miércoles, 25 de enero de 2012

El "clima tropical"
 
Una de las razones más poderosas que convencieron a la Patty a que nos vinieramos a vivir a Shenzhen era que acá el clima era tropical. Ella, friolenta y adoradora, del sol se entusiasmó con el eterno verano oriental.
En el proceso de cambio y de hacer maletas, regaló sus lindas y preciadas chaquetas, chalecos, botas, bufandas, polar y hasta frazadas.
Pues bien, llevamos casi tres semanas en Shenzhen y hace un frío casi polar y, además, con lluvia. Los chinos andan tan abrigados que más parecen esquimales y sólo falta que por las calles anden lobos, pingüinos y osos polares.
Hemos estado más bien recluidos en el departamento, evitando el frío y ya tuve que comprar doble plumón y estufa.
Pero sin duda, el frío más desgarrador es el hielo que me recorre la sangre cuando la Patty entumida me mira y me dice "rico tu clima tropical".

domingo, 22 de enero de 2012

Año Nuevo en China


El festival del petardeo en nuestro barrio en Shenzhen. Igual que en Chile en nuestra infancia y al menos 15 años atrás. Los niños con estrellitas y el resto métale tirando bengalas explosivas y voladores. Ni pensar como serán las estadísticas de quemados.
El detalle es que en dos décadas "los fuegos" se han sofisticado y ahora suenan como bomba atómica. De hecho, al principio quedamos medio paralizados con el ruido mirando por todas partes buscando dónde había caído la bomba, lamentando que justo habíamos tenido la mala pata que en nuestra llegada había comenzado la guerra con Estados Unidos.
Mirando por la ventana con tanto fuego se nota que empezó el año del dragón.

domingo, 15 de enero de 2012

Sopapo

En cansadores días de instalación en el departamento, comprando vajilla, supermercado, internet, celulares y un cuanto hay. Entre medio, el Andresito tapó un water poniéndole medio rollo de confort adentro. Si comprar desodorante es complicado ya se imaginarán como fué comprar un sopapo y el esfuerzo de mímica que se requiere. China es como jugar al pictograma.

viernes, 13 de enero de 2012

El desodorante (segunda parte)

Ayer bajé un traductor español-chino en mi celular con los caracteres orientales y todo. La primera palabra que probé fue desodorante recordándome de lo ocurrido en el viaje de octubre. Se supone que se dice "Chu Chou Ji".
Pues bien, ayer fuimos a un supermercado internacional de productos importados que se llama "International" aunque se debiera en verdad llamar "inter...galactical" porque los precios son astronómicos. Le mostré a un reponedor mi traducción de desodorante. "Ohh, guei guei" ,guturó y movió asintiendo la cabeza, me agarró del brazo y me llevó seguro unos pasillos más allá. Sentí que había sido "seco" encontrando una solución tecnológica a mis casos de incomunicación en China. Llegamos al sector, con sus razgados ojos inventarió de arriba para abajo los productos de la góndola y con otro "guei guei" me indicó con una sonrisa complacinente una bolsa de recarga de detergente OMO de 3 kilos.
Conclusión 0 avance.

domingo, 8 de enero de 2012

El viaje

Estamos por fin en el hotel de Hong Kong después de un viaje accidentado donde "di puro jugo" en los aviones. Peor que Américo o pasajero borracho.
Cuando salimos en el primer tramo rumbo a NY, el avión estaba en la pista de despegue y se me perdió mi bolso donde llevo todos los pasaportes y mi sueldo completito convertido en dolares. Estaba seguro que lo había extraviado en un pinche control de líquidos que hacen para los viajes a gringolandia. No pesqué las instrucciones de seguridad y me paré no más a buscarlo por todos lados. El sobrecargo me cayó encima y me exigió que me sentara, le expliqué que estaba desesperado y me hizo sentarme que él iba a ver que podía hacer. Pero el avión partió insensible a mi angustia asi que de nuevo me paré a buscar mi mochila por si ahí tenía los pasaportes, otra vez el pobre sobrecargo corrió hacia mí para reclamar que el pasajero loquito se sentara de una vez. Le rogué que al menos me pasara mi mochila y aceptó, pero no me acordaba donde la había dejado así que para colmo hice que el tipo abriera como 5 compartimentos diferentes. Mochila en mano revisé y el bolsito no estaba... Me desesperé aún más y le pedí a la Patty que se parara y que buscara por su lado, una azafata corriendo la increpó a que se ubicara ya que estaba poniendo en riesgo el despegue. A esa altura todo el avión miraba nuestro "showcito". Cuando por fin la nave se estabilizó y nos pudimos parar, teníamos a toda la tripulación del avión calmándonos y hurgando en cada compartimento entre los bolsos de los pasajeros que ya nos miraban con odio. Yo estaba seguro que habíamos sonado y que llegaríamos a USA peor que los "balseros". Y he ahí que re-chequeo el compartimento donde puse la mochila, metiendo la mano debajo y al fondo y sentí el anhelado bolsito. Traspirado entero se lo mostré a la Patty que se largó a llorar de nervios y alivio, los pasajeros aplaudían, las azafatas abrazaban a mi wife y le traían pisco sower y champagne para consolarla o quizás pa' curarnos y que nos durmieramos lueguito ya que debían compartir el avión con nosotros por 10 horas más. Qué verguenza!!!
 
... Luego el resto del viaje nos portamos civilizadamente y hasta le pudimos pedir disculpas al sobrecargo y azafatas por el "pastelazo". Pero cada vez que me paraba a sacar algo de los compartimentos de reojo me miraban con desconfianza algunos pasajeros rogando que el loquito no fuera a hacer otra escena. El Andresito -comentario aparte- fascinado las 26 horas de vuelo con cara de cliente satisfecho, nariz respingada, viendo peliculas, jugando con la pantallita del avión, esperando y comentando lo rica que es la comida del avión, el mini turista total.
 
Al llegar al aeropuerto de NY había una cola inmensa en inmigración -para sudacas y resto del mundo- en la que estuvimos dos horas parados. Ahí, en medio del cansancio nos pusimos a discutir con la Patty un tema doméstico acontecido el día que partimos al aeropuerto: el por qué yo no había dejado que mi cuñado Freddy pusiera cintas para marcar las maletas. Fue una laaarga discusión que incluyo frases Patty como "es que eres tan horriblemente mañoso y terco" y otras Johny "Claro y entonces porque tú no dejaste que mi familia hiciera...." en fin fue una discusión de mediana intensidad clásica, sin acuerdo.

 Pasamos Policía "sin problemas" -Andresito feliz y sonriente en el control policial- y fuimos a buscar el equipaje. Dado que somos tortuguines por naturaleza parece que fuimos los últimos del avión en recoger las maletas porque ya las habían sacado de la cinta y las tenían agrupadas todas juntas. Se veía todo bien, las cinco maletas más un tubo con el cuadro de Valparaiso de nuestro living en Chile por el que la Patty dio su vida por traerlo -y parte de la mía :-( - estaban allí. Sin embargo, al checar con cuidado nos dimos cuenta que mi maleta gris tenía los datos y etiquetas de otra persona que iba con destino a Paris. Dos "cheveres" funcionarios de Lan se nos acercaron para decirnos que probablemente un pasajero confundió las maletas y se llevó la mía por error. Pero que no me preocupara que el también tenía vuelo de conexión así que cuando fuera a entregar sus maletas al counter se daría cuenta y ellos solucionarían el problema. Lo decían medio dubitativos y aproblemados. Y allí vino lo peor, terror total para un pobre hombrecito común emparejado, al girar la cabeza ví a mi señora brazos cruzados, ceño y boca frunzida, venía el "yo te lo dije".
Subido y bajado por la Patty más arriba que el tráfico aéreo, fuimos a alegar del tema a Lan, y luego a Cathay que es la linea aérea con la que seguíamos a Hong Kong.
Luego de algunas horas de espera en NY, fuí al mesón de tránsito de Cathai para ver si había aparecido mi maleta, me confirmaron que no estaba registrada, o sea definitivamente estaba perdida. A esa altura me preocupé en serio y ya me veía varios días en China oliendo a queso con la misma ropa, y urgido reclamando a Lan por compensaciones por la pérdida de mi maleta.
Con esa incertidumbre viajé las 16 horas de NY a Hong Kong, pensando que cosa importante podría haber en esa maleta fuera de mi ropa, pero por otro lado lo tomaba como un pequeño castigo del destino por el caso "pasaportes" del vuelo anterior y por no hacerle caso a mi cuñado.
Finalmente, en Hong Kong la maleta apareció aunque abierta pero con todo adentro. Y así todo salió "bien" y a pesar de tanta historia y neura todos los acontecimientos no fueron más que una anécdota a recordar por siempre.