domingo, 26 de febrero de 2012

El show de la rueda pinchada


El domingo pasado fuimos con el Ale y con nuestro buen amigo argentino Ignacio a jugar Bádminton. Todo un hallazgo para mí que pensé que en China iba a tener una vida muy sedentaria entre la oficina y la casa. Pero no ha sido para nada así, acá la cultura de la bici es fuerte, pedaleamos mucho y la verdad que cómo deporte el bádminton es entretenidísimo y muy efectivo.

Pues bien, cuando veníamos muy cansados en la bici de vuelta rumbo al departamento, el Ale pinchó una rueda cerca de un centro comercial. Ignacio, clásico hombre todo terreno, de aquéllos que siempre son precavidos lo hacen todo bien y lo arreglan todo sacó su juego especial de reparación de bicicletas y comenzó a extraer  la llanta, buscar el orificio, poner el pegamento especial, el parche, etc, etc, etc.  Él como lleva un año en China y sabe más de los usos de los habitantes de esta sociedad nos vaticinó “ya verán lo que pasa,  al rato tendremos una buena concurrencia”. Pues bien, rápidamente se acercó un guardia del lugar, luego otros que estacionaron el auto, una pareja y de a poco se fue formando un circulo de personas que pasaban y se aproximaban a ver este magnífico e imperdible show de unos occidentales arreglando una bicicleta. Sin mentir, se deben haber juntado unas 10 personas. Y no era que miraban de lejos, se ponían a tocar las cosas y a poner la pupila casi en el pegamento del ungüento que hacía Ignacio. Él nos explicaba después, que esto era típico en China, la gente es muy curiosa y por las cosas más sencillas se forman tumultos de mirones.

3 comentarios:

  1. No se pude creer el tamaño del Chinito!!!!!!!!!!!:/

    ResponderEliminar
  2. jajajja muy buena historia... genial que nos comentéis vuestras historias
    ... en una de esas hacemos intercambios de impresiones de las aventuras vividas en el extranjero... que ya tenemos unas cuantas en la Madre Patria ... saludos

    ResponderEliminar
  3. Por supuesto Jani, le ponemos paella tb a las historias jejeje. Cariños por allá

    ResponderEliminar