sábado, 9 de febrero de 2013

xīn nián kuài lè


El año nuevo chino en Shenzhen no es una fiesta muy llamativa. Como bien me aclaró mi buen amigo Ernesto. Al ser una urbe de inmigrantes casi todo el mundo se va a su home town a celebrar las tres semanas de vacaciones con sus familias repartidas por todo el territorio. Casi nadie trabaja y la producción de la fábrica del mundo se detiene. El entorno se ve bastante vacío y melancólico que, además, coincide con la mitad del invierno.

Las autoridades tampoco organizan nada especial porque para cuatro gatos no vale la pena hacer mucha fiesta. Así que los pocos que deambulamos por esta ciudad de "zombies" debemos buscar nuestro propio destino y entretención.

Los chinos que se quedan se dedican al deporte nacional de estos días que es tirar fuegos artificiales. Es una verdadera y masiva tradición ni por nada los mismos chinos fueron sus inventores y hoy grandes comercializadores. En la costanera de Shekou y por todas partes se aprecian grupos de gentes haciendo explotar su arsenal de pólvora luminosa. Por cierto, la policía los tienen prohibidísimos y prometieron ser implacables contra su uso y comercialización y, por cierto también, en toda esquina de Shenzhen habían puestos vendiéndolos y cientos de gente comprándolos.

Al respecto, acá los fuegos no son como nuestro recuerdillo chileno de los "petardos", "las viejas" y las "estrellitas", esto es a dimensión múltiplo China. Si bien se venden también lucecitas menores, el plato fuerte son unas cajas del tamaño como de una impresora con una mecha gruesa afuera que si la enciendes tienes tu propio y privado "año nuevo en el mar de Valparaíso". Unos rócket casi de guerra que iluminan y colorean todo. Y el asunto va pa' largo, son diez días al menos de estruendos de día y también a mitad de la noche. Me recuerdo hace unos diez años en Chile cuando se daba la cifra de quemados luego de las fiestas. Acá dado el poder de fuego debe ser una cifra de desintegrados.

Pero bueno, lo importante en estos días es descansar compartir con los amigos y armarse de paciencia oriental para disfrutar y luchar en este año de la serpiente en China que traerá, de seguro, muchas y prometedoras sorpresas. En la foto Andrés e Iris (hijita de nuestros amigos argentinos Nacho y Roxi) probando sus estrellitas en nuestro balcón.
xīn nián kuài lè!!! para todos.



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