domingo, 21 de octubre de 2012

Cambia todo cambia

Acá en Shenzhen, el tiempo es impredescible y cambia de un momento a otro. Sobre todo en primavera y verano (estaciones que cubren la mayor parte del año). Es muy habitual que salgas de tu casa con un sol radiante, con el cual caen los "patos asados", y cuando llegas a la esquina, ya está todo el cielo cubierto de nubes negras impresionantes y te cae un aguacero que te deja empapada (o)hasta los calzones (literalmente).
¿Por qué cuento esto? Porque de alguna manera, el clima te prepara para lo que uno vive desde el primer día que pones un pie en este país. "Cambia todo cambia", sin aviso, ni advertencia ni nada, así no más, de un momento para otro.
Así, donde antes había un restaurante, al otro día hay una farmacia. Las tiendas cambian de dueños a cada rato, los comerciantes te venden a diferentes precios según le caíste bien o no (no hablaré del regateo, que eso da para otro blog), te plantan una muralla en el camino y otro día colocan un árbol y bueno ...hasta las leyes cambian a menudo sin aviso o bien existen pero nadie las pesca y de repente te puede caer la policía y exigirte papeles que nunca te enteraste que debías tener.
Un ejemplo, en Shenzhen están prohibidas las motos de todo tipo y para todos. Una norma imposible de entender porque la ciudad está llena de motos, hay una infraestructura apropiada para andar en ellas, hay tiendas que las venden por todas partes y talleres para arreglarlas y hacerles mantención también. Los policías andan en moto, hay taxi-moto, los repartidores andan en moto, las mujeres, los jóvenes, los chinos, los extranjeros, TODOS, andan y tienen motos. Pero cada cierto tiempo, a las autoridades les baja una orden central de fiscalizar y empiezan a confiscar todas las motos que encuentran en las calles. Increíble pero cierto. Y ahí, todos los anteriores andan escondiendo las motos y arrancando de la policía. Lo loco es que todos saben que están prohibidas las motos y todos saben también que de repente las confiscan y todos lo aceptan y son felices.
"China es como el tiempo ...nunca sabes con lo que te vas a encontrar", me dice una amiga colombiana y tiene toda la razón.

miércoles, 18 de julio de 2012

Día de Playa en China


El fin de semana pasado nos invito nuestro buen  amigo chino Terry y su esposa Yuki a pasar un día de playa en Shenzhen con toda la familia. Ellos viven desde hace años en esta ciudad y se conocen sus rincones al revés y al derecho por tanto el paseo prometía y generó expectativas que se cumplieron con creces. En verdad lo bien que lo pasamos, lo amables y cordiales que fueron, lo calentita que es el agua del Indico y otras maravillas del viaje no es de lo que me interesa escribir en detalle , como sabemos la alegría ajena debe ser de las cosas más fomes y poco empáticas de relatar.

Lo interesante era ver como había sido asimilado el tema balneario en esta cultura que tiene esta mezcla entre lo milenario y lo extraterrestre. Y es que como ya lo he dicho o insinuado la clase media china no tiene más de 10 años de existencia masiva y el pueblo está ávido a de consumir como los extranjero todas las bondades de la vida que por décadas les estuvo vedada. Sin ir más lejos esta playa a la que fuimos llamada “Península de Gansos “ se abrió hace unos años ya que  estaba clausurada por el temor de las autoridades a que la gente cruzara varios kilometros a nado por el mar escapando hasta Hong Kong.

Lo primero que nos llamó la atención es que en la carretera había muchos puestos callejeros  de venta de artículos playeros, muy parecidos a Chile en septiembre con lo de los volantines. Acá en cambio los productos a la venta colgados en mallas verticales y provocando un efecto colorido tecno-tropical, eran trajes de baño y flotadores circulares tipo flotador de patito inflados.

Llegando a la playa y siguiendo con el tema vestuario los hombres usan preferentemente sunga  –no se para que y no haré más comentarios- y las mujeres se quedaron en la época victoriana y lucen unos verdaderos vestidos de playa hasta las rodillas, incluso algunas parecen burkas o momias llenas de paños enmarañados que usan para cubrirse el cuerpo completo. Y es que era cierto lo que nos decían por ahí, los chinos no toman sol. Van a la playa al atardecer y a la noche. Le temen a los peligros de la insolación –sabios ellos- pero además hay un factor cultural, un canon importante de belleza es cuan blanca es una mujer. Entre más lechosa más linda y entre más morena más similar a la clase campesina que se identifica como más pobre y de nivel inferior.

Luego el mar esta lleno de flotadores tipo de patito de aquellos que tanto se ofrecen en el camino y cuando digo lleno me refiero a llenísimo. Para nuestra sorpresa no son de uso sólo de niños, todo el mundo le lleva su flotador, mujeres, hombres, abuelitos  y por cierto los infantes. En contraste Toallas extendidas en la arena ni una, para que si ni se asolean.

Luego la comida. Todo el sector de sombra estaba lleno de parrillas a carbón, con numerosas familias y amigos que  cocinaban con brochetas todo tipo de carnes normales y otras que mejor no saber que eran ni de que parte del animal. Y debajo de las parrillas y alrededor de los comensales restos de conchas, palitos, bolsas, carnes y mugre por montones. Bien cochinazos la verdad. Pero lo más intragable es que debajo de unos grandes toldos cercanos a los estacionamientos tenían un cabrito que faenaron ahí mismo, lo colgaron y le sacaban las lonjas e interiores de todo hasta dejarle solo la cabeza y un hilo de no sé que colgando. Varias gallinas también  eran acogotadas ahí mismo en caliente. Como siempre la comida en China y esto de exhibir las cabezas tipo Francia 1789 Versión culinaria  tiene mucho de cavernícola y es de las cuestiones culturales más difíciles de aceptar.

En todo caso con todos los contras, rarezas y chinadas las playas de Shenzhen están sorprendetemente bien y bonitas y no contaminadas y bien limpias para una ciudad industrial de veinte millones de habitantes.  Hasta pececitos en la orilla ... No está mal.

viernes, 13 de julio de 2012

Embarazo… embarazoso

Una amiga latina decidió “cuidarse” usando un dispositivo intrauterino que se instaló en su último viaje a su país, sin embargo, se lo pusieron mal y estando acá en China quedó embarazadísima. Gran tema, porque hay que ser muuuuuuy valiente para vivir en esta tierra un proceso tan dependiente de la medicina y, por ende, en este caso de los “médicos chinos”.

Incrementando su valentía, decidió tener a su bebé en un hospital de Shenzhen aunque vale aclarar que éste se trata de un centro médico muy por sobre el promedio de cualquier recinto público en cualquier parte del mundo, algo así como “joya de la corona” del sistema local y enfocado sólo en la maternidad y los recién nacidos.

Tenía todo calculado para que en las fechas del parto estuviese su marido que viaja mucho por negocios. Pero, la naturaleza la sorprendió y semanas antes de lo pronosticado comenzó con contracciones, su esposo estaba en España y dado que la situación era compleja llamó a una amiga cercana –latina también- para que la acompañara.

Llegando al hospital explicaron muchas veces a los médicos, matronas y enfermeras dos cuestiones claves, uno que el dispositivo había que sacarlo porque con embarazo y todo, seguía donde no debía estar y, dos, que debían aprovechar de esterilizarla para evitar un futuro embarazo. Todo claro y entendido … se suponía.

Luego, tras el trabajo de parto, comenzó lo bueno. Debían ponerle anestesia raquídea que va en la espalda, sin embargo las profesionales de la salud eran inexpertas y la pincharon numerosas veces andes de dar con el punto adecuado. Finalmente, le pusieron anestesia total, en una dosis justa mientras fuera la cesárea y que no afectara al niño.

Luego, el parto – lo más importante -  salió bien y el bebé nació sin problemas. Cuando se recobró un poco de la anestesia con el doctor presente, preguntó si todo había salido bien en ligarle las trompas. Todo el equipo médico puso cara de signo de interrogación, el doctor se rascaba la cabeza y luego confesó que no lo había hecho. Impactada, la madre procedió con la siguiente pregunta:

 – “¿…y sacó el dispositivo?”

 – “¿Qué dispositivo? No había ningún dispositivo…”

Y bueno… ahí comenzó una dura disputa “post-parto” bilingüe inglés-chino de alto tono –sin descartar una que otra palabrota hispana (al menos yo habría lanzado muchas) – entre todo el equipo médico con nuestras amigas latinas respecto de la existencia o no del dispositivo. Grave situación para la salud de la madre que se desconociera dónde estaba el aparato y que para colmo se le buscara hasta la explicación ontológica del asunto.

Ante el enojo y el nerviosismo de la madre, la amiga que la acompañaba tomó cartas en el asunto y en forma increíble hizo algo que sólo puede ocurrir en China, se metió al depósito (balde) donde yacían los restos de placenta, cordón, interiores y otros que ya el lector podrá imaginar y se puso a urguetear con los dedos, hasta que al final, volvió a la sala diciendo:  “¡lo tengo, lo encontré!”, mostrándole a la madre la evidencia y enrostrándole a los chinos su ¿cómo decirlo? DESPROLOJIDAD…

Zapatito, Zapatón

Días atrás, mi gran amiga Vesna, producto de un trabajo de la universidad, nos invitó a toda su red de amigos a reflexionar en torno a los zapatos y el significado que representan para cada uno. Me tocó leer un variopinto de testimonios hilarantes, breves, súper interesantes y hasta poéticos. Imbuida en el desafío y dada mi actual condición de chilena expatriada en China, agradezco a mi amiga el ejercicio y aquí comparto lo que salió:

Una de las cosas que de inmediato llaman la atención de este país es el tema de los zapatos. Primero, porque cuando llegas a un hogar o lugar oriental, debes sacarte los zapatos (o colocarte unas pantuflas o bien unas especies de fundas cubre-zapatos que están disponibles en las entradas) para entrar descalzo a ese espacio íntimo (familiar) de quien te deja compartir su espacio. Lo interesante es que al principio, uno lo ve como una excentricidad de este país, una brecha cultural, sin embargo es una de las primeras costumbres chinas que los expatriados adoptamos al empezar a vivir acá. El origen de esta tradición lo desconozco, sin embargo ya estoy tan acostumbrada, que se me hace absolutamente necesario liberar mis pies apenas llego de la calle a mi casa o a la de mis amigos. Me siento cómoda, libre, tranquila y saludable andando a "pata pelada" en estos espacios...

En una segunda mirada, como mujer te llaman la atención los zapatos de las chinas sobre todo, pues son altísimos, con plataformas, de miles de colores, brillos, tachas, printers y estilosos. La mujer china es bajita, incluso más que el promedio de nuestro país, pero sea cual sea su condición social, las chicas (en especial, las jóvenes) se encaraman en su tacones que a mí me parecen enormes y vamos caminando, dignas y regias por la vida con la nariz parada y unas coquetas minifaldas o polleras de velos que les encanta. No sé cómo lo hacen, pues claramente andar con ese tipo de tacones debe ser todo un "arte chino". Pero, si no van de tacones, van con su clásicos zapatitos bajos (como de bailarina de ballet similares a esos modelos negros que conocíamos hace algunos años como "chinitas") pero no por ello exentos de colores, printers, brillos, tachas y estilos de los que ya hablamos.

Además, es interesante el contraste entre estas chinas modernas encaramadas en "agujas" y "plataformas" de 20 cms y el suplicio que debían padecer sus antepasadas hasta hace menos de un siglo atrás, cuando el pie pequeño en la mujer era sinónimo de delicadeza, elegancia y femeinidad, por lo que las madres apenas nacían sus hijas les vendaban los pies para que no crecieran y los amarraban y "calzaban" en los tristemente célebres "zapatos chinos" que deformaron tantos pies femeninos, provocando fracturas, huesos rotos, infecciones y un sin número de afecciones de las pobres chinas para ser socialmente aceptadas en su comunidad, y "bien vistas" por los posibles pretendientes, prometidos o maridos que sus familias buscaban para ellas.

En lo personal, siempre me han gustado los zapatos cómodos, de buena calidad, de cuero, que me duren una eternidad y que sean diferentes, sencillos pero especiales. Lo curioso es que tengo muy pocos pares de zapatos y acá en China como me movilizo todo el tiempo en bici, metro y caminando, no me desprendo de mis zapatillas de "running" y mis crocs. Sin embargo, como dice una amiga colombiana que vive hace cinco años acá, nada más glamoroso y femenino que plantarse de repente un par de tacones hermosos y elegantes para verse "divinas" y sacar esa "china que todas llevamos dentro".


martes, 10 de julio de 2012

Desde la Lupa o el Horizonte


Alguien hace unos días me preguntó si estaba contento con mi vida en China. Una pregunta habitual y muy abierta. Curiosamente la respuesta no me resultó tan difícil ya que por defecto cerebral siempre ando dándole “vuelta al hámster” con estos temas.  Mi respuesta adaptada fue esta:

“ Mira si ves los detalle cotidianos te puedes volver loco y suicidarte:  hay corrupción generalizada, la gente escupe en la calle, no usan desodorante, el materialismo de nuevo rico es insufrible, faltas grave de civilidad, empujones, machismo,  mucha gente le pega a los niños en público, etc, etc, etc…. La lista puede ser infinita. Hay gente que vive acá y simplemente no lo soporta y se  pasan su expatriación en desagrado y “pelando” a China y a los chinos.

Pero por otro lado está la mirada desde el horizonte que es obviar muchas cosas por cierto y encontrar el acomodo. China es un país con un desarrollo social y económico a todo vapor, casi se mueve la tierra como un temblor de tanta energía vital percibida, aquí y ahora esta ocurriendo el mundo, es muy seguro,  es hermoso, moderno, hay muchas más oportunidades de trabajo y creativas que en Sudamérica, además es una cultura compleja e interesante de penetrar y decodificar. Y como en todas partes te puedes encontrar con grandes personas que son amigos para todo la vida.

Caminar por las calles de Shenzhen puede ser un asco para muchos, un solo escupitajo, o un mal olor mata de un sablazo al más sensible. Pero cuando camino con mis amigos – y a veces mi familia- que compartimos más o menos  esta forma de adaptación no siento eso, veo lo otro, como si hubiesen dos prismas o dimensiones distintas en las que pudieras enfocarte en esta tierra.”

En fin, sobre este tema, pegan muy bien  dos blogs increíbles que hablan de esto.  Ambos son de periodistas españoles que viven en Beijing. Uno es Chinochano (http://chinochano.zoomblog.com) que define su tribuna  como una visión desdramatizada de China. Ha ganado varios premios como mejor blog en español. Sin dejar de ser crítico y tratar temas espinudos políticos y sociales se nota que el hombre se siente cómodo en China y se lo toma con humor y muchos matices. A mi me simpatiza y acomoda  su forma de ver las cosas.

El otro es Chinitis (http://blogs.opinionmalaga.com/chinitis) como su nombre lo sugiere para este bloguero China es una verdadera enfermedad, una sociedad corrupta, contaminada, desagradable, injusta y perdida. Me queda la duda como ha podido vivir tantos años en un país que le desagrada tanto. Pero el tipo hace siempre su punto y tiene buena pluma.

Entre ellos han tenido algunas disputas bloguísticas de antología y alto calibre en que se han dicho de todo. En fin les dejo eso por si se quieren informar de esta jungla en que vivimos desde dos posiciones muy diversas. 

martes, 19 de junio de 2012

Peluquería china

Ayer me corté el pelo en Shenzhen. Primero me llevaron a lavarme el pelo, me hicieron masajes en la cabeza, los brazos, la espalda. Toallas frías y calientes en la cara, lociones y aceites aromáticos en el pelo de diferente tipo. Luego me llevan al peluquero "especialista" chino con un aspecto de artista plástico y un peinado y teñido que rogaba no me hiciera a mí, observa mi cabeza como un granito...
sin pulir, una ceja abajo la otra arriba, y comienza, analiza pelo por pelo, puta que sentía mis mechas importantes. Luego tijera, máquina, navaja y las iba intercambiando con oficio. A veces pensaba que me miraba fijo para pedirme mi opinión, pero nada, yo no era importante ahí sólo mi melena. En un minuto me muestra una revista y apunta a un tipo del grupo Oasis como que así me va dejar, le digo que no y me tiro el pelo para el lado estilo langüetazo de vaca pa' que entienda. Por un minuto me asustó porque me empieza a cortar por ambos costados, parejo dejándome la chasquilla larga al centro. Ya creía que me iba a tener que comprar una guitarra eléctrica y vociferar que yo era más popular que Jesucristo, o quizas iba a correr la suerte humillante de los perros teñidos de panda. Pero no, todo sale bien y quede igual que siempre. Para finalizar me lavan con agua tibia y últimos masajes en la cabeza. Llegué a las 19 00 y salí a las 22:30. Tres horas. Pa' la otra me voy con unos amigos, todos juntos pa' copuchar, pelar y tomar tecito. Y me hago visos.

domingo, 6 de mayo de 2012

Perros Panda, chinada real


La dignidad de nuestros hermanos menores  los animales es algo que da para un largo debate. Pero sin duda esa discusión está un poco lejos de producirse en China. Me tocó alguna vez en Hangzhou ver un zoológico que tenía un gran teatro en su espacio central donde llevaban a todos los animales a hacer trucos circenses. Y por meterme a la mala a un sector donde no debía pude ver como punzaban con una especie de garfio a un pobre elefante para que hiciera determinadas “gracias”. Eso ocurrió hace un par de años y debo decir que fue una experiencia horrible y triste. No obstante me han contado que en el zoológico de Guangzhou, Beijing y otros, los animales están bastante bien, así que tengo la esperanza de que eso sea verdad.

Con mi amigo colombiano, Ernesto Tovar, nos hemos habituado a coleccionar historias y situaciones freak de China que llamamos "Chinadas" , ya han podido ver que son extensas, graciosas y variadas. Ya han sido muchas, pero ninguna como ésta. Por cierto, se relaciona con la dignidad animal, pero al menos los pobres perros espero “no cachan nada” de lo que les hicieron. El maquillaje y corte de pelo ad hoc, vale 100 mil pesos chilenos y más, dependiendo del tamaño de su perro. Menos mal que el animal nacional de China no es el gato porque ahí ya tendría carácter de traición a la patria perruna.

viernes, 4 de mayo de 2012

La desigual y dura vida de las mujeres en China


Un comentario que pude compartir con un amigo argentino en Shenzhen es lo encantadoras, inteligentes y trabajadoras que son las mujeres chinas en relacion a la figura opaca, trabajólica y aburrida de la mayoría de los hombres.  Las chinas se ven energizadas, los chinos, fomes y apagados. En esto de seguro influyen todos nuestros prejuicios y parcialidades y, por eso, por favor no se tome este post más en serio que el reflejo de mis opiniones.

Algo se respira en China en relación a sus mujeres, hay un brillo vivo en ellas que se relaciona con su rol cada vez más participativo en la China moderna post comunista. Es como si estuvieran ansiosas de demostrar cuánto valen y cuánto se merecen el protagonismo que nunca han tenido. Porque después de las sociedades más fundamentalistas musulmanas, una de las más desiguales con sus mujeres es la sociedad china.

Hay que sumergirse en varias capas de la cultura de este país para poder comenzar a develar esto porque las apariencias engañan; las chinas ,al revés de las asiáticas del mundo árabe, se visten de manera muy llamativa y deshinibida la televisión esta plagada de lindas actrices, bailarinas y cantantes "modernas" moviéndose de manera sugerente, como si existiese un nivel de tolerancia sexual libertaria que no es tal. En verdad las relaciones prematrimoniales no son bien vistas, tampoco la convivencia entre parejas jóvenes e, incluso, el noviazgo de adolecentes es algo que casi no se acepta, es deber de los jóvenes estudiar duro, es impensado que una relación amorosa vaya a entorpecer una etapa que para ellos se centra en aprender y competir para ser los mejores. Es raro ver una pareja de novios en el metro, menos quinceañeros y menos aún besándose.

Pero lo anterior puede ser reflejo de una sociedad sólo conservadora en lo moral, no necesariamente desigual. La desigualdad está dado por factores culturales muy arraigados de origen rural y, para ello, hay que tomar conciencia que ese mundo estaba plenamente vigente hace sólo 30 años atrás a diferencia de la mayoría de occidente. En este país cualquier pareja aspira a tener hijos varones, tener una mujer no es algo deseado. Claro está que el tema ha ido cambiando y las hijas son también aceptadas y queridas, pero las parejas y esto es lo decidor al ser consultadas prefieren tener hijos a hijas. Lo que es en nada deseado es tener sólo niñas, ello constituye un elemento de frustración grave y hasta causal de divorcio, cuya culpa recae en la esposa que fue incapaz de engendrar un niño para su marido. Hace poco nuestra profesora de chino nos contó que la había llamado una amiga llorando para contarle que en su tercer embarazo, nuevamente, había engendrado una niña y que por ello su esposo la estaba presionando a que luego tuvieran un cuarto bebé y que él y su familia estaban muy decepcionados de ella. Otros nos han contado historias similares respecto al recelo y hostilidad que desarrollan los padres de él cuando ella es incapaz de engendrar varones.

Es tanta la aversión hacia las mujeres que está estrictamente prohibido decir a las parejas embarazadas el sexo de su futuro hijo, ya que la tasa de aborto por selección de sexo es inmenso lo mismo que el nivel de niñas abandonadas para adopción. De hecho hay muchas organizaciones ocidentales que se dedican a "repartir" niñas chinas por el primer mundo.

Pero esto no es todo, una de las razones por las que es preferible tener hijos a hijas es que se considera que las hijas al casarse pasan a ser parte de la familia del marido, es decir, se asume que las familias pierden a sus hijas cuando éstas se casan. En la sociedad china las mujeres casadas deben aceptar que los padres de él se vayan a vivir a su casa y es deber de ella atenderlos y hasta obedecerles. Nunca los padres de ellas son los que se van a vivivir con la pareja. Es tan así que los abuelos no reciben el mismo nombre -el lenguaje nunca es casual- la madre del marido es Nainai y la de la madre Waipó y lo mismo para los abuelos hombres.

Otra cuestión de gran presión es la edad del matrimonio, ellas deben estar casadas antes de los veintiseis de preferencia o va quedando la sensación de que no hay ningún hombre que se quiera hacer cargo de ellas.

En los usos sociales hay también cuestiones que nos resultan incomodas. El concepto del cuidado y preferencia por la mujer es casi inexistente, es común ver a jefes retando en forma muy desproporcionada y despectiva especialmente a sus empleadas, la costumbre de dar la pasada o que las mujeres son primero o darles el asiento, simplemente no existe. Me ha pasado muchas veces que al subir a un asensor dejo que una chica o señora vayan primero y ellas no entienden que cosa extraña estoy haciendo. Más bien, ellas suelen ir levemente atrás, cargando cosas pesadas en la calle, a cargo de los niños y para que decir en cuestiones más centrales como los puestos de liderazgo, o el valor de los salarios, donde suelen estar muy ausentes y postergadas.

Obviamente estas cosas van cambiando día a día y estas costras duras se van ablandando más y más. Seguramente una decada más tarde habrán nuevos códigos y realidades, pero hasta ahora este aspecto se mueve muy lento. Al fin y al cabo ,la cultura y las mentalidades siempre constituyen una jaula dificil y más lenta de abrir que la velocidad en que parecen generarse los cambios del entorno externo en que conviven.



* Foto de un SPA en Shekou donde las funcionarias deben bailar y hacer ejercicios con su jefa en la puerta del local. 

sábado, 28 de abril de 2012

La Tercera Edad en China


Las diferencias culturales entre China y Occidente son fuertes y cada vez las percibimos con mayor claridad. Algunas son admirables y dignas de imitar, otras son simples reflejo del atraso cívico de un país que recién está saliendo de la pobreza -con un vigor sorprendente-  pero que en sus usos sociales tiene mucho de salvaje. En esto no se diferencia mucho de nuestro Chilito, el bienestar económico a veces va mucho más adelante que las mentalidades y costumbres de la gente que se beneficia de ello.

Otras cuestiones son pura y simple diferencia cultural de matriz. Por ejemplo, el tema de la “tercera edad”. En China los abuelos son verdaderos patriarcas y matriarcas. La gente reverencia a los mayores y les dan un lugar muy central en la sociedad y, sobre todo, en el núcleo familiar.

Un hogar típico chino está compuesto por el padre, la madre y los hijos como es habitual pero también por los padres de él –el sesgo machista se nota-. Y esa cohabitación no es como a veces pasa en nuestros países con la intención de “hacerse cargo de los viejos”, sino que comúnmente la  abuela  tiene una influencia mayor que la propia pareja.  Al respecto cuento una anécdota: Mi excelente amigo Richard Wong me invitó hace unos años a viajar a Beijing.  Allí un día fuimos a una tienda donde vendían jade a muy buen precio, yo elegí un collar para mi señora y él llevó muchas más objetos que yo. Al llegar a la caja extrañado me preguntó por qué había comprado sólo uno…

-          I just have one wife - Le respondí.

Me miró casi con asco y me recriminó el porqué no le había comprado algo a mi madre. Y luego me dio un tremendo speech respecto de que las personas que no pensaban en sus padres eran malas personas. Para Richard jamás será concebido que su mujer reciba más que su madre.

En síntesis,  éste es el paraíso soñado de las suegras, ya que no son solo la caricatura de una doña Tremebunda o la vieja metete,  la abuela  dulce o lo que sea de la sociedad chilena, acá su poder es real y decidor. Si por ejemplo a la suegra -nuevamente con hincapié en el hijo hombre- no gusta de la novia de su hijo, la chica tiene los días contados, simplemente eso no debe ni puede ocurrir. Los hijos suelen, ya de adultos inclusive, obedecer, seguir  y reverenciar mucho a su madre.

En este país donde cada día todo muta y la cultura occidental se les mete por los poros a las nuevas generaciones, esta cuestión provoca serios roces con el  sólido y muy vigente mundo de los mayores. Por ello crece enormemente el índice de divorcios y en la TV todas las novelas tratan de los conflictos de la suegra con la nuera.

Más importante que lo anterior es que también es rol de los abuelos criar a los niños pequeños, mucho más que sus padres, cuestión que se multiplica en la nueva economía capitalista que requiere que ambos en la pareja trabajen inclusive los fines de semana. De esta manera, muchos niños en meses ni siquiera cenan o almuerzan con sus padres. Por las calles y plazas se ven a los mayores por todas partes paseando, transportando y jugando con sus nietos. Según muchos –yo me guardo mi opinión- esto está gestando una generación de niños muy mal criados.

En otro plano, algo muy admirable es ver a las personas mayores practicando gimnasia, al anochecer y al amanecer en casi todas las plazas. Hacen tai-chi, bailes folclóricos, gimnasia y hasta me ha tocado ver a algunos bailando tango. Todo muy organizado con un parlante con su música a buen volumen,  monitores, y todos muy ordenados y puntuales. Se toman ese espacio público con mucha propiedad y se ven muy hermosos con sus buzos tradicionales haciendo coreografías y ejercicios.

Es difícil predecir cuánto durará el poder de la tercera edad en la China hiper futurista que se está construyendo pero hasta ahora sigue bien vigente y se ha  adaptado con nuevas formas a la modernidad.

jueves, 29 de marzo de 2012

La rata


Una de las bondades de vivir en China, es la cultura de la bicicleta. Las veredas son enormes y anchas para que circulen incluso motos y también  hay ciclovías. Como el colegio del Ale queda relativamente cerca, voy todos los días a buscarlo y a dejarlo en bici. Una actividad grata que me permite pasear, hacer ejercicio y compartir con mi hijo.
Pues bien, un día veníamos de vuelta del colegio conversando animadamente, cuando ...de repente ...se nos atraviesa un personaje peludo, gris, de cola muy larga, casi del porte de nuestras perras salchichas, con una coronta (enorme) de choclo en el hocico ...era una rata!!!!
Horror!!!
La verdad yo soy bien carne de perro y tengo un cierto espíritu curioso y aventurero, pero las ratas, como las baratas (cucarachas) no las tolero!!!! Tuve que parar, me dieron escalofríos en todo el cuerpo, se me pararon todos los pelos y la sensación de asco se las encargo. Mi hijo Alejandro, entre que se reía de mi lastimoso aspecto y entre que no podía ocultar su impresión del tremendo tamaño del roedor!!!
"Jajajaj, ¡parecía un canguro!", me dijo, mientras yo trataba de recuperar mis colores para retomar la marcha.
Uffff.
Días más tarde, comentando el episodio con unos amigos latinos que viven acá hace cinco años, les conté el episodio y una amiga me dice: "Ufff, si acá hay muchas. Cuando vas a los parques, siempre te las encuentras entre las plantas".
Valor!!! Y ahora, ¿cómo me animo a ir a la plaza al lado de mi casa? Mientras tanto, mi hijo siempre me apuesta camino a casa, a ver si nos encontramos con el "canguro" de nuevo.

domingo, 11 de marzo de 2012

El Hoyo


Una de las cosas más desconcertantes para los occidentales que visitan China son los baños. Cuando se sale del hotel y se debe ir a una fábrica, a un restaurant auténticamente chino, un mall, el tren u otro lugar público y la naturaleza llama, la verdad es mejor que no lo hubiese hecho. Esto no lo digo por un tema de higiene, al igual que en Chile hay baños públicos más limpios y más sucios, sino porque el sistema en cuestión es desconcertante, simplemente nos encontramos con un hoyo. Si alguién es delicado de leer ciertos temas levemente escatológicos por favor no siga con este post.

En un sitio elegante se puede encontrar un hoyo recubierto en mármol o en cerámica fina con cadena de plata, y en una fábrica de una zona industrial pobre con otro simple de PVC  con una manguera para limpiar "aquello". Pero sigue siendo un hoyo, mal que mal, y hay que ponerse creativo ahí frente a él. ¿Cómo usarlo? El orificio en cuestión nos marca la pauta en su diseño industrial; hay dos pies marcados en los costados, y nada para afirmar las manos lo que nos indican que los chinos hacen todo en cuclillas, un reto tan desafiante como comer con palitos chinos. Para los hombres, dependiendo del afán puede ser un simple acto de puntería a largo rango, aprovechando que estamos en un país tan tecnológico no puedo evitar pensar cada vez que uso uno que sería buena idea que pusieran un tablero digital en cada letrina que marcara nuestro puntaje de acierto. Pero en el caso de las mujeres creo que la cosa es harto más complicada.

Al parecer el tema baños para los chinos es algo muy sin complicaciones. He visto en el sector donde vivo que es bastante "cuico" e incluso afuera de concurridos y reputados centros comerciales de Shenzhen cómo, si a un niño le dan ganas de "hacer pipi", no importa cuándo ni dónde, les bajan los pantalones y métale regando arbolitos, calles o incluso el centro de una plaza peatonal, y el charco pues que quede ahí en medio y que lo pisen y vean  todos. A las niñas pequeñas, les suben el vestido las levantan patas arriba y a orinar se ha dicho, cero rollo. Pero el sumun de lo freak lo vi en el vagón del metro, a una niñita de unos tres años le dieron ganas de hacer "sólido", un occidental tendría a su hijo con la cara roja haciéndolo esperar la próxima parada y corriendo como loco hasta el baño más cercano o, por último, que se haga y pasar la vergüenza del olor. Más acá,  todo se resolvió rápido y con eficiencia. 1- Vestido para arriba calzón para abajo 2-Niña a poto pelado. 3- Bolsa supermercado en el poto. 4- La obra de arte en cuestión. 4- Pañuelo padre limpin poto 5- Pañuelo a la bolsa. 6- Subida calzón y vestido. Y acá no ha pasado nada. Tiempo cronometrado ni un minuto. Notable.

En fin y retomando, si van a China les recomiendo antes de salir siempre pero siempre vayan al baño especialmente las mujeres.

PD: Adjunto fotos del hoyo de un buen restaurant de Shenzhen y el de la fábrica de un buen amigo chino.



domingo, 26 de febrero de 2012

El show de la rueda pinchada


El domingo pasado fuimos con el Ale y con nuestro buen amigo argentino Ignacio a jugar Bádminton. Todo un hallazgo para mí que pensé que en China iba a tener una vida muy sedentaria entre la oficina y la casa. Pero no ha sido para nada así, acá la cultura de la bici es fuerte, pedaleamos mucho y la verdad que cómo deporte el bádminton es entretenidísimo y muy efectivo.

Pues bien, cuando veníamos muy cansados en la bici de vuelta rumbo al departamento, el Ale pinchó una rueda cerca de un centro comercial. Ignacio, clásico hombre todo terreno, de aquéllos que siempre son precavidos lo hacen todo bien y lo arreglan todo sacó su juego especial de reparación de bicicletas y comenzó a extraer  la llanta, buscar el orificio, poner el pegamento especial, el parche, etc, etc, etc.  Él como lleva un año en China y sabe más de los usos de los habitantes de esta sociedad nos vaticinó “ya verán lo que pasa,  al rato tendremos una buena concurrencia”. Pues bien, rápidamente se acercó un guardia del lugar, luego otros que estacionaron el auto, una pareja y de a poco se fue formando un circulo de personas que pasaban y se aproximaban a ver este magnífico e imperdible show de unos occidentales arreglando una bicicleta. Sin mentir, se deben haber juntado unas 10 personas. Y no era que miraban de lejos, se ponían a tocar las cosas y a poner la pupila casi en el pegamento del ungüento que hacía Ignacio. Él nos explicaba después, que esto era típico en China, la gente es muy curiosa y por las cosas más sencillas se forman tumultos de mirones.

sábado, 25 de febrero de 2012

Acá hay "perro" encerrado
 
En China el fuerte crecimiento económico ha hecho que los hábitos de consumo se hagan más sofisticados. Hoy, por ejemplo, los chinos están comprando perros de raza que hacen vivir en sus pequeños y a veces minúsculos departamentos. Pero, como pasa con la mayoría de estos usos "copiados" no cachan mucho al respecto, quieren un perro pero no saben luego qué hacer con ellos. Se puede ver gente con canes... gigantes como pastores ingleses o San Bernardo que parecen más grandes que ellos mismos y apenas los pueden pasear. Y eso tiene su lado muy triste también, en las calles hay mucho perrito abandonado. Seguramente cuando se dan cuenta que no usan pilas y que hacen cacá muchos "pelotudos" (no sólo en Chile los hay) los botan.
Pero el lado gracioso es que decoran y "enchulan" a sus mascotas de manera muy extravagante. Cada animal es un arbolito de pascua lleno de botitas, pinches, trabas, luces y las más variadas chinedades.
Respecto del peinado creen que son libustrinas, les hacen unos cortes de pelo tipo "el joven manos de tijera" que les hace ver muy rídiculos. Algunos parecen una mota gigante tipo la Pantera Rosa salida de la lavadora, otros unos robot chinos llenos de esferas en las articulaciones, a otros les ponen melenas tipo león o dragones, la imaginación oriental da pa todo.
Un día en familia estabamos en la costanera del condominio almorzando y nos dedicamos a "pelar" y criticar el desfile perruno de ese paseo dominguero, ningún modelo "salvava" en la pasarela. Y entonces apareció una perrita poddle negra muy linda de tamaño mediano con un corte normal no sobre peinado, y, además, muy coqueta porque en sus orejitas peludas tenía unos pinchecitos pequeños y una correa rosada con un corazoncito colgando de él, todo bien piola para una perrita. Además, era simpática se acercaba a todas partes a saludar y mover su colita. Por fin un perro digno dijimos todos o, al menos, razonable entre tanto freak.
Pero la Patty con su ojo reportero y de fémina que ve detalles que uno no percibe fácilmente y, además, conocedera incipiente de la neo cultura urbana china comenzó a jugar al "dónde está el error".
"mmmmm acá hay algo malo" dijo.... Y tenía razón... Era perro y, además ,el creador lo había formado evidentemente muy bien dotado. Plop!!

viernes, 24 de febrero de 2012

Concierto mañanero

Cuando salimos del edificio rumbo a la parada del bus escolar, le dije a Andrés que escuchara el sonido de fondo... Era el sonido de una rana... Cuando atravesamos un pequeño puente de la entrada, nos encontramos con la sorpresa de que habían dos ranas observando en lontananza...el Andrés quedó fascinado... Nos despidió un concierto de ranas y mi hijo partió feliz hoy día al colegio :)

jueves, 16 de febrero de 2012

Reporte 41222

 Parto con las perras a pedido de mi cuñado.

 1- Anteayer llegó un guardia del condominio con una traductora para alegar que de todas las torres del condominio alegaban que la Pepa y la Luna ladraban mucho. Vamos a ver que hacemos, evitar que un perro ladre es como pedirle a Piñera que no hable tonteras.

2- La buena noticia es que el Ale fue aceptado en un super buen colegio gringo que se llama QSI, saldrá bastante salado pero aprenderá cosas claves para su vida y futuro como el inglés y otros.

3- El Andrés cumplió su segundo día llegando feliz del colegio. Hizo varios amigos chinitos que se apretaban la guata de la risa cuando él les payaseaba gritando "Maaaama mía".

4- Nosotros comenzamos nuestro curso de chino. Sólo puedo decir chuuuuuuuuuuu el idioma dificil y terrible. Me recuerda cuando traté de aprender tai-chi y tuve que pedir la plata devuelta del curso cuando a la décima clase no sabía hacer ningun movimiento y el profe comenzaba a perder a paciencia oriental.

5- Del trabajo, a punto de abrir una oficina de trading con mi amigo chino, Richard. Hemos tenido algunos problemas serios de comunicacion y coordinación que debo ir a solucionar ahora más rato a su fabrica que queda en un barrio muy feo que parece Nigeria en Guerra (ya hablaré de eso later y mostraré fotos).

6- Me resfrié con fiebre, parece que tendré que ir a un hospital chino a que me den uno de sus revolucionarios diagnósticos, probablemente me dirán "hay una alta probabilidad que esté resfriado".

Bueno eso por ahora....

miércoles, 8 de febrero de 2012


Hospital chino



Y bueh.. Anoche conocimos un hospital chino por dentro porque mi hijo Ale se lesionó la mano izquierda jugando futbol. La tenía hinchada como pelota, valga la analogía, y le dolía harto. Partimos con unos amigos, cuya hija adolescente habla chino para hacernos de intérprete, y así ocurrió esta singular experiencia...
La emergencia estaba en una carpa (como un hospital de campaña), donde habían tres box de atención con un médico adentro de cada una; una especie de guardia muy coloquial indicaba a cuál dirigirse; la atención era rápida (lo atendieron y le tomaron una radiografía en menos de una hora); y, finalmente, el diágnostico del facultativo oriental fue sorprendente: "Inflamación por golpe de pelota". Prescripción: 23 horas de hielo en la mano y anti-inflamatorio... cuéck!
 

PD: El Ale feliz con su mano molida, porque le atrapó una pelota al coach que es un ex jugador del Ajax de Holanda. En fin... Cosas del fútbol

miércoles, 25 de enero de 2012

El "clima tropical"
 
Una de las razones más poderosas que convencieron a la Patty a que nos vinieramos a vivir a Shenzhen era que acá el clima era tropical. Ella, friolenta y adoradora, del sol se entusiasmó con el eterno verano oriental.
En el proceso de cambio y de hacer maletas, regaló sus lindas y preciadas chaquetas, chalecos, botas, bufandas, polar y hasta frazadas.
Pues bien, llevamos casi tres semanas en Shenzhen y hace un frío casi polar y, además, con lluvia. Los chinos andan tan abrigados que más parecen esquimales y sólo falta que por las calles anden lobos, pingüinos y osos polares.
Hemos estado más bien recluidos en el departamento, evitando el frío y ya tuve que comprar doble plumón y estufa.
Pero sin duda, el frío más desgarrador es el hielo que me recorre la sangre cuando la Patty entumida me mira y me dice "rico tu clima tropical".

domingo, 22 de enero de 2012

Año Nuevo en China


El festival del petardeo en nuestro barrio en Shenzhen. Igual que en Chile en nuestra infancia y al menos 15 años atrás. Los niños con estrellitas y el resto métale tirando bengalas explosivas y voladores. Ni pensar como serán las estadísticas de quemados.
El detalle es que en dos décadas "los fuegos" se han sofisticado y ahora suenan como bomba atómica. De hecho, al principio quedamos medio paralizados con el ruido mirando por todas partes buscando dónde había caído la bomba, lamentando que justo habíamos tenido la mala pata que en nuestra llegada había comenzado la guerra con Estados Unidos.
Mirando por la ventana con tanto fuego se nota que empezó el año del dragón.

domingo, 15 de enero de 2012

Sopapo

En cansadores días de instalación en el departamento, comprando vajilla, supermercado, internet, celulares y un cuanto hay. Entre medio, el Andresito tapó un water poniéndole medio rollo de confort adentro. Si comprar desodorante es complicado ya se imaginarán como fué comprar un sopapo y el esfuerzo de mímica que se requiere. China es como jugar al pictograma.

viernes, 13 de enero de 2012

El desodorante (segunda parte)

Ayer bajé un traductor español-chino en mi celular con los caracteres orientales y todo. La primera palabra que probé fue desodorante recordándome de lo ocurrido en el viaje de octubre. Se supone que se dice "Chu Chou Ji".
Pues bien, ayer fuimos a un supermercado internacional de productos importados que se llama "International" aunque se debiera en verdad llamar "inter...galactical" porque los precios son astronómicos. Le mostré a un reponedor mi traducción de desodorante. "Ohh, guei guei" ,guturó y movió asintiendo la cabeza, me agarró del brazo y me llevó seguro unos pasillos más allá. Sentí que había sido "seco" encontrando una solución tecnológica a mis casos de incomunicación en China. Llegamos al sector, con sus razgados ojos inventarió de arriba para abajo los productos de la góndola y con otro "guei guei" me indicó con una sonrisa complacinente una bolsa de recarga de detergente OMO de 3 kilos.
Conclusión 0 avance.

domingo, 8 de enero de 2012

El viaje

Estamos por fin en el hotel de Hong Kong después de un viaje accidentado donde "di puro jugo" en los aviones. Peor que Américo o pasajero borracho.
Cuando salimos en el primer tramo rumbo a NY, el avión estaba en la pista de despegue y se me perdió mi bolso donde llevo todos los pasaportes y mi sueldo completito convertido en dolares. Estaba seguro que lo había extraviado en un pinche control de líquidos que hacen para los viajes a gringolandia. No pesqué las instrucciones de seguridad y me paré no más a buscarlo por todos lados. El sobrecargo me cayó encima y me exigió que me sentara, le expliqué que estaba desesperado y me hizo sentarme que él iba a ver que podía hacer. Pero el avión partió insensible a mi angustia asi que de nuevo me paré a buscar mi mochila por si ahí tenía los pasaportes, otra vez el pobre sobrecargo corrió hacia mí para reclamar que el pasajero loquito se sentara de una vez. Le rogué que al menos me pasara mi mochila y aceptó, pero no me acordaba donde la había dejado así que para colmo hice que el tipo abriera como 5 compartimentos diferentes. Mochila en mano revisé y el bolsito no estaba... Me desesperé aún más y le pedí a la Patty que se parara y que buscara por su lado, una azafata corriendo la increpó a que se ubicara ya que estaba poniendo en riesgo el despegue. A esa altura todo el avión miraba nuestro "showcito". Cuando por fin la nave se estabilizó y nos pudimos parar, teníamos a toda la tripulación del avión calmándonos y hurgando en cada compartimento entre los bolsos de los pasajeros que ya nos miraban con odio. Yo estaba seguro que habíamos sonado y que llegaríamos a USA peor que los "balseros". Y he ahí que re-chequeo el compartimento donde puse la mochila, metiendo la mano debajo y al fondo y sentí el anhelado bolsito. Traspirado entero se lo mostré a la Patty que se largó a llorar de nervios y alivio, los pasajeros aplaudían, las azafatas abrazaban a mi wife y le traían pisco sower y champagne para consolarla o quizás pa' curarnos y que nos durmieramos lueguito ya que debían compartir el avión con nosotros por 10 horas más. Qué verguenza!!!
 
... Luego el resto del viaje nos portamos civilizadamente y hasta le pudimos pedir disculpas al sobrecargo y azafatas por el "pastelazo". Pero cada vez que me paraba a sacar algo de los compartimentos de reojo me miraban con desconfianza algunos pasajeros rogando que el loquito no fuera a hacer otra escena. El Andresito -comentario aparte- fascinado las 26 horas de vuelo con cara de cliente satisfecho, nariz respingada, viendo peliculas, jugando con la pantallita del avión, esperando y comentando lo rica que es la comida del avión, el mini turista total.
 
Al llegar al aeropuerto de NY había una cola inmensa en inmigración -para sudacas y resto del mundo- en la que estuvimos dos horas parados. Ahí, en medio del cansancio nos pusimos a discutir con la Patty un tema doméstico acontecido el día que partimos al aeropuerto: el por qué yo no había dejado que mi cuñado Freddy pusiera cintas para marcar las maletas. Fue una laaarga discusión que incluyo frases Patty como "es que eres tan horriblemente mañoso y terco" y otras Johny "Claro y entonces porque tú no dejaste que mi familia hiciera...." en fin fue una discusión de mediana intensidad clásica, sin acuerdo.

 Pasamos Policía "sin problemas" -Andresito feliz y sonriente en el control policial- y fuimos a buscar el equipaje. Dado que somos tortuguines por naturaleza parece que fuimos los últimos del avión en recoger las maletas porque ya las habían sacado de la cinta y las tenían agrupadas todas juntas. Se veía todo bien, las cinco maletas más un tubo con el cuadro de Valparaiso de nuestro living en Chile por el que la Patty dio su vida por traerlo -y parte de la mía :-( - estaban allí. Sin embargo, al checar con cuidado nos dimos cuenta que mi maleta gris tenía los datos y etiquetas de otra persona que iba con destino a Paris. Dos "cheveres" funcionarios de Lan se nos acercaron para decirnos que probablemente un pasajero confundió las maletas y se llevó la mía por error. Pero que no me preocupara que el también tenía vuelo de conexión así que cuando fuera a entregar sus maletas al counter se daría cuenta y ellos solucionarían el problema. Lo decían medio dubitativos y aproblemados. Y allí vino lo peor, terror total para un pobre hombrecito común emparejado, al girar la cabeza ví a mi señora brazos cruzados, ceño y boca frunzida, venía el "yo te lo dije".
Subido y bajado por la Patty más arriba que el tráfico aéreo, fuimos a alegar del tema a Lan, y luego a Cathay que es la linea aérea con la que seguíamos a Hong Kong.
Luego de algunas horas de espera en NY, fuí al mesón de tránsito de Cathai para ver si había aparecido mi maleta, me confirmaron que no estaba registrada, o sea definitivamente estaba perdida. A esa altura me preocupé en serio y ya me veía varios días en China oliendo a queso con la misma ropa, y urgido reclamando a Lan por compensaciones por la pérdida de mi maleta.
Con esa incertidumbre viajé las 16 horas de NY a Hong Kong, pensando que cosa importante podría haber en esa maleta fuera de mi ropa, pero por otro lado lo tomaba como un pequeño castigo del destino por el caso "pasaportes" del vuelo anterior y por no hacerle caso a mi cuñado.
Finalmente, en Hong Kong la maleta apareció aunque abierta pero con todo adentro. Y así todo salió "bien" y a pesar de tanta historia y neura todos los acontecimientos no fueron más que una anécdota a recordar por siempre.