viernes, 29 de noviembre de 2013

Dormir Tranquilo


Tengo un conocido que es comprador de una importante empresa de tecnología. Él tiene un cargo de alto nivel relacionado directamente con las fábricas chinas y, por tanto, se maneja habitualmente con los proveedores, un área en la que tiene mucha experiencia.

Íbamos hace unos días compartiendo un taxi rumbo a la zona industrial de Baoan, cuando le estaba comentando que yo me sentía cómodo negociando con los chinos, que en general tenía una buena impresión de ellos a pesar de los miles de problemas que siempre se generaba, pero que, en general, me parecía que eran personas bastante más correctas que muchos latinoamericanos y que, además, solía tener una relación amable y amistosa con ellos.

Cuando llegué a ese punto me miró y me dijo: “mira, los chinos casi como raza siempre te tratarán de fregar y si están contentos contigo es porque seguro ya te están tirando a partir.  Uno de mis colegas negocia tan despiadadamente que se los trata siempre de joder y lo lo odian a tal punto que me han llamado algunos para saber si está en China para pegarle. O sea, si te odian estás haciendo un buen trabajo”.

Estas palabras me han rondado en la cabeza toda esta semana. Yo llevo diez años trabajando con China, con fábricas y proveedores  y si bien no ha sido fácil y tengo mil historias de situaciones tremendamente complicadas, he podido vivir, alimentar a mi familia y desarrollarme en gran parte gracias a la relación comercial con ellos y a la cooperación mutua. En la empresa, tengo una red profesional china que me apoya y en la que confío, mi asistente, mi forwarder... y además, tenemos amigos chinos de todo este tiempo.

Mi concepto es que los negocios deben ser colaborativos. En otras palabras, donde todos ganemos: ojalá gané bien yo, el proveedor, el importador en Chile e incluso que el usuario final que compra el producto quede contento. En este mismo sentido, lo ideal es hacer un buen equipo con el proveedor de manera de tener una buena relación de largo plazo, que el trabajo salga fluido y que crezcamos juntos.

La visión del negocio como una "guerra a muerte" me es reñida con la ética y con mi personalidad. Ya vivir de una actividad comercial es un tanto "frío", pero si además a eso le sumara el hecho que para hacer bien mi labor, un conjunto de gente me debe odiar al punto que me quieran pegar y que mi objetivo sea liquidar a la fábrica, estrujarlos a más no poder, ¿qué sentido tiene el trabajo y la vida? Eso simplemente es ser un “caradura” un “winner”, un tipo cuya actuación se orienta en vista de su propio beneficio a perjudicar a los demás.

El día que perciba que mi personalidad y mi moral no son adecuadas para esta “guerra“, creo que colgaré mi uniforme y me dedicaré a la "vida civil".

Toda esta visión de mucha gente respecto a los chinos me tiene cansado. Especialmente de nosotros los latinos que, por favor, de dónde sacamos (“los tarros con más duraznos”, como decimos en Chile) que somos mejores que ellos. He escuchado desde que son hediondos, cochinos, traicioneros, tránsfugas, fríos, interesados, poco sinceros, manipuladores, sub-humanos y mil cosas más. Sin duda, hay una cierta dosis de racismo solapada o no en todo ello.

Es verdad que el tema cultural acá es sumamente difícil y a nivel de negocios, más aun. Hay ciertos patrones de desprolijidad y responsabilidad que son muy difíciles de conseguir y son desgastantes; las empresas tratan de sacar ventaja de cosas mínimas y cuando hay problemas asumen muy poco.  Te dicen una cosa y a los cinco minutos, la cambian. Pero como en todo, hay gente que es muy comprometida y cumplidora que nunca te falla. Además, la experiencia te va entregando las armas para lidiar con ello, adelantarte y saber atajar a tiempo muchos problemas.

En general los chinos son personas honestas. Es muy difícil, casi imposible que te estafen o te roben  -hagan la comparación con América Latina- y son un pueblo que admiro mucho en la manera que han salido adelante en su difícil y dura historia. No soy "chinofilo" ni mucho menos, ni todo me parece bien. Pero acá sobran los ejemplos para sacarse el sombrero por ellos, por su disciplina, capacidad de aprendizaje y entereza.

Que me miren con cara de “pobrecito ingenuo”. No quiero alardear, ni tengo muchas razones para ello,  pero no me ha ido mal y mantengo mis convicciones. Así que digan lo que digan, estoy agradecido de poder trabajar en esta tierra, darle sustento a mi familia, tener una buena relación con mi entorno profesional y, sobre todo, poder dormir tranquilo sin la sensación de que perjudiqué a nadie y nadie me quiere liquidar.

jueves, 21 de noviembre de 2013

El trato hacia los animales en China


Ha ce unos tres años cuando aún no nos radicábamos en China un proveedor me invitó a un viaje por Bejing. Cuando estábamos en un taxi rumbo al hotel me preguntó que quería conocer de esa ciudad y comenzó a darme diferentes opciones; la Muralla China, Ciudad Prohibida, Palacio de Verano etc. Yo desde siempre amante de los animales quería conocer los pandas gigantes y algo había escuchado del zoológico de Beijing. Le dije entonces que podríamos ir al zoológico. Me miró sonriente, con cara burlona de que le estaba bromeando. De veras quiero ir al zoológico ¿por que?. Aguantándose  la risa le preguntó a la taxista  -era una señora- donde quedaba el zoológico, ella comenzó también a poner cara de fiesta, le pregunto a mi compañero quien quería ir al zoológico y este me apuntó a mí. Y ahí los chinos explotaron y se largaron a reír a carcajadas, destemplándose los dientes. La mujer le decía que yo me creía un niño acaso y no podían parar de burlarse del hecho de que un hombre adulto quisiera ver animales.

En otra ocasión este mismo proveedor me invito a la bella ciudad de Hangzhou famosa por ser muy verde y tener un lago muy grande y lindo. Cuando estábamos alrededor del lago que es como un parque urbanizado gigante me di cuenta que había un zoológico. La vez anterior no habíamos alcanzado a ir al de Beijing. Al entrar lo primero que se veía era un inmenso circo lleno de graderías abarrotadas, donde tenían a unos tigres saltando por unos aros de fuego. No entendía que tenía que ver el circo con el zoológico. Luego pasamos por otras jaulas con animales, todas sucias, mal oliente y pequeñas. Luego nos metimos medio a “la mala” a un galpón donde estaban los elefantes y ahí me toco presenciar un espectáculo muy triste. Un amaestrador muy agresivo tenía a un gran elefante haciendo piruetas de levantar las patas y otras. Cuando el animal no respondía el tenía un punzón con el que constantemente le pinchaba para que siguiera sus instrucciones. Se veía al elefante sufriendo y estresado y al tipo totalmente indiferente y hasta sádico. Quedé descompuesto y con una sensación de tanta impotencia que nos debimos ir de inmediato

El primer año que estuvimos en Shenzhen también visitamos el zoológico local. Y a pesar que no estaba tan mal cada cierto rato tenían funciones circenses. Una que vimos también era muy deprimente, mantenían a los animales en un desfile girando alrededor de un escenario haciendo cosas ridículas contra su voluntad y además en una total desorganización. Camellos, elefantes, jirafas, monos, toda una gran arca de Noé anárquica. Y el sumun era que tenían una cuerda en altura entre dos postes, habían puesto a un oso pardo para que se balanceara en monociclo. Pude ver como el oso se resistió hasta que los domadores tuvieron que rendirse. Seguramente el pobre se debe haber llevado una gran tortura por no querer colaborar con la función.

Todos estos ejemplos muestran cual es el concepto que tienen los chinos de los animales. Para ellos son cosas que están al servicio del hombre. Sirven como alimento, pieles, comercio  o  también para plena diversión en los escenarios descritos.

 No hay conciencia masiva de respetarlos y protegerlos en su entorno, o de los zoológicos como una reserva protectora de las especie en peligro de extinción. Su idea de ellos es el espectáculo de circo, los animales están ahí para reírnos de sus monadas guiados-maltratados por sus domadores.

Alguna vez leí un pequeño análisis que planteaba que en China si apenas se respetaba a la gente que se podía esperar de los animales, haciendo todo un vínculo entre los derechos humanos, la democracia y como toda la violencia reprimida de la sociedad terminaba recayendo sobre los animales que son los más débiles. Yo discrepo bastante de eso porque no creo que sea un problema sociológico exclusivo de los chinos.  En un viaje a Tahilandia este año pudimos ver como en los famosos paseos en elefantes usaban también punzones y como estaba lleno de crueles shows de monos encadenados por el cuello. Que decir la información bien respaldada de las cacerías furtivas en Africa, las matanzas por el marfil etc. Y sin ir más lejos el zoológico de Santiago donde la gente insiste en tirarles basura a los monos, alimentar con golosinas a las especies y otras aberraciones que por suerte han ido mejorando. En Chile  y sobre todo en sectores populares los circos siguen usando “bestias” alimentadas con comida de perro y maltratadas. Por tanto es difícil hacer una correlación muy fina entre política y maltrato animal. Dudo que si este país estuviese gobernando por los antiguos emperadores el tema estuviese mucho mejor.

Más bien me inclino a pensar que como tantas otras cosas es un tema de desarrollo social. China es un país que ha crecido al ritmo más vertiginoso de la historia humana en estos últimos veinticinco  años y lo que otrora eran villas pobres en estas décadas se transformaron en modernas ciudades. Conozco chinos jóvenes de veintitantos que de chico debieron comer ratones cocinados por sus padres en tiempos de hambrunas. Algunos de estos mismos muchachos son hoy en día universitarios que se mueven al ritmo de la globalización, profesionales capaces de manejar varios idiomas.  El hormigón puede levantarse en pocos años  y transformar el paisaje urbano pero los procesos mentales y culturales de una sociedad no. Esto va a un ritmo mucho más lento.

En china se escupe en la calle, se fuma en espacios cerrados,  mucha gente tira basura en cualquier parte, se empuja en las filas y a los niños se les castiga golpenadolos en la casa, calle y en los colegios como algo normal. Claramente hay un concepto de urbanidad y costumbres que sobrepasa cualquier consideración de relativismo cultural. Hong Kong que también es totalmente chino que queda pegado a la china continental pero que llevo más de cuarenta años de desarrollo exhibe otra conducta propia justamente de ese desarrollo.  Volviendo al tema, he visitado zoológicos y el trato hacia los animales en Hong Kong y son tan cuidadosos y evolucionados como los mejores del mundo.

Por ello no creo que sea justo colgarle el cartel de la represión política a los chinos por su actitud hacia los animales. Esto avanza al ritmo que el resto de lo demás. De hecho ya en Guangzhou me tocó visitar un zoológico que está muy cuidado donde tienen un reservorio de Pandas. Todo muy bien protegido y ya a niveles mucho más evolucionados de lo que había visto antes. Por tanto todo confirma que es un proceso camino al desarrollo mental de una sociedad que aunque no lo parezca recién está empezando en su vinculación con cierta conciencia global.

sábado, 28 de septiembre de 2013

La Fiesta de los Mooncakes


Que se me acuse de frívolo e insensible con mucha razón pero las historias explicativas de porque los chinos celebran sus festivales no me son especialmente interesantes. Siempre son leyendas místicas de alguna tragedia, una diosa, un guerrero y finalmente una buena razón para comer mucho y tomarse unos días libres.

En esta época toca el turno de la festividad de  “La luna” o del “medio otoño” que está relacionada con la leyenda de la diosa inmortal Chang E pero fundamentalmente y como en tantas culturas con los meses de la fertilidad en los vínculos ancestrales que tienen todos los pueblos con sus tradiciones rurales. Pero más que sus orígenes la celebración es famosa por los Pasteles de Luna al punto que  se la conoce popularmente también como la fiesta de los mooncakes.

Estos dulces son como unos medallones del tamaño de un alfajor siempre adornados en su superficie por figuras geométricas o caracteres en sobre relieve. Están hechos en su base de harina de trigo y arroz mezclados con especies, pero sin dudas lo que los distingue es su relleno. En la mayor parte de los casos es una contundente y majestuosa yema de huevo, pero también pueden ser porotos u otros.

La tradición ordena que en esta época la gente se regale pasteles de luna. Por tanto por todo china las panificadoras se ponen a preparar miles de trillones de estos alimentos. Y como es un regalo el envase es clave, vienen en cajitas de papel, madera o metal bellamente decoradas.  El envoltorio del regalo es más importante que su contenido. Obviamente entre más fina la elaboración y marca de estos más sofisticado y llamativo su envoltorio.

Pero vamos a lo importante. ¿Que tal es el sabor del Mooncake? No se lo digan a los chinos pero son entre rarísimos a de frentón bien malos.  Cuando se paga el noviciado de probarlos se experimenta la extraña  sensación de masticar un biscocho compacto coronado con la sorpresiva aparición de la yema cruda. Y los que son de porotos o frijoles no mejoran la cosa. Seguro que algún western por ahí adora devorarse sus deliciosos pasteles del festival de otoño. Yo sólo hablo por la inmensa mayoría del sindicato de mis conocidos a los que no nos tienta este producto. Pero claro nada más subjetivo y debatible que los gustos.

Como siempre los chinos son muy orgullosos de sus tradiciones culinarias  y te envían los mooncakes de regalo como una muestra de cariño y respeto. Incluso muchas veces se toman la molestia de entregarlos en persona.  Así es como los que trabajamos en China recibimos en esta  época cantidades de dicho presente de nuestros proveedores y contactos comerciales. Entre más contactos se tengan en este país y más influyente se sea más cajas de pastelillos acumulas. Por ejemplo cuando llegue el año pasado a penas me mandaron dos cajas este año fueron siete, no está mal. Pero mis amigos que dirigen empresas grandes acopian más de 50 cajotas. O sea, se puede hacer un ranking y estadísticas de éxito comercial en relación al factor “Pastel de la Luna”.  A mi todo esto después del par de años que vivo acá se me hace muy simpático.

El fin de semana pasado nuestro amigo Argentino Ignacio nerviosamente nos trajo de regalo una cajita de Mooncackes. Yo lo quede mirando extrañado, pues él sabe como yo sé de él que jamás lo íbamos a comer. Pero luego comprendí su desesperación, el servicio express de correo chino no paraba de hacer sonar el citófono plagando su departamento de cajas y cajas de estos dulces. 

En fin los más felices en todo esto son los trabajadores chinos que laburan en empresas dirigidas por Laowais porque se llevan en forma gratuita y heredada grandes cantidades de Mooncakes de gran calidad y precio y a ellos si les gusta y mucho.

Así que si tiene un chino amigo en Latinoamérica y viene la pascua de resurrección regálele unos cuantos huevos de chocolates para que vivan una experiencia parecida a nosotros con su festival de la luna.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Más sorpresas con la comida china: Los restaurantes


El funcionamiento y aspecto de los restaurantes en China no tienen nada que ver con sus "similares" de occidente. Pasa Lo mismo que con la comida que hablé hace algunos días que está adaptada al gusto culinario de cada nación. En nuestros países la decoración de estos locales parece el living del emperador, lleno de guirnaldas, cuadros orientales, todo un aspecto recargado en que predomina el rojo y el dorado.

En China Los restaurantes promedio suelen ser grandes espacios con poca o ninguna ornamentación y con mucho vidrio y cerámica. Se asemejan –para mí- más a comedores institucionales, casinos o centro de eventos. Su aspecto es frío y plano. Los de especialidad cantonesa están llenos de acuarios con las más curiosas especies las que son sacrificadas y cocinadas en el acto ya que los locales tienen una obsesión con comer todo muy fresco. Entre más emperifollado el restaurant más cosas exóticas exhiben. He visto cual caricatura de condorito el trasero y cola de un cocodrilo preparado para ser degustado además de serpientes,  tortugas, caballitos de mar, etc.

 Algo bien especial  y que explica también el tamaño de los recintos es que tienen varias salitas contiguas de comedores privadas. Su propósito es ser usadas para reuniones de negocios, amigos o familiares, agasajar a un invitado  o para lo que uno estime conveniente. Algunas tienen baño, juego de majong y otras sorpresas. Los dependientes van a ellas a atender de manera preferente. Es finalmente el concepto de VIP que se utiliza  para todo en china. En cualquier actividad comercial hay una tarjeta de cliente preferente incluidos los hospitales públicos.

 Pasemos a la mecánica de esto.

Cuando vas a un restaurant promedio -en los más exclusivos no es así- te dan toda la vajilla cubierta y sellada al vacío como si fuera nueva y te pasan unos jarros grandes de té caliente y unas vasijas.  Uno como novato tiende a tomarse el te pero su propósito es diferente, la idea es abrir los platitos, sacar los chopstick, luego verter el té en el pocillo mayor y hacer todo un enjuague y limpieza de la loza y los palitos. Es una medida higiénica que busca desinfectar todo. Yo aun no se si esto es exceso de celo o bien lavan así al lote no más los utensilios y te usan como mano de obra para que les completes el trabajo.

Luego el menú nuevamente dependiendo del establecimiento puede estar en chino o bilingüe. Si no está en ingles hay que recurrir a las fotitos y al nivel de mandarín que se tenga  para dar a entender algo y luego rogar que resulte. Si está en inglés la cosa no es mucho mejor. Claro, si pides carne te llegará carne y no cocodrilo pero el como  la preparan, que salsa le ponen, si era carne con pollo trozado u otro queda sujeto al misterio celestial. Además la generosidad del chef es infinita y aunque hayas pedido una cosa siempre te agregan otra. Una vez en un hotel bien emperifollado de Shenzhen  -lo que hace más universal aun la experiencia-  pedí una sopa de calabaza ya que quería comer algo vegetariano. En el menú decía claramente Pupkin Soup. Pues bien, mientras me la tomaba la cuchara hizo contacto en el fondo con unos objetos marinos no identificados,  un par de gordos camarones. Reclamé que en el menú no decía esto y me lo fueron a cambiar, por cierto solamente sacaron los dos crustáceos y no prepararon el plato de nuevo. En otra ocasión pedí un filete y venía de obsequio encima  un trozo de pescado frito. 

El error de las meseras y meseros es altísimo aunque los platos sean numerados. Pides los fideos número 13 y te traen después de media hora la cabeza de puerco 132 lo que significa esperar con suerte otra media hora por tu plato original. Yo diría que la probabilidad de falla  es cercana al cincuenta por ciento.

Luego está el tema de compartir. La comida China está concebida en esencia para ser socializada con los otros comensales.  Por ello se usa una mesa redonda extensa cuya superficie se gira de manera que todos alcancen el alimento. Se suelen pedir muchos platos dos o tres veces más que lo que se consume. Es además una muestra de generosidad, agasajo y "falta de pobreza"  del que  está invitando. En la práctica esto lleva que cantidades demenciales de comida se  pierdan todo el tiempo en un país que aún tiene mucha pobreza y desigualdad. Es un real problema al punto que el estado ha montado campañas contra esta práctica.

 Respecto a lo anterior y dado que los platos son compartidos los meseros traen las órdenes en forma escalonada. O sea primero sirven algunos,  unos veinte minutos otros y quince minutos el resto. El problema es que cuando vas a un restaurant que pretende ser occidental como un italiano, mexicano, francés y hasta hamburguesas etc. sirven la comida como que fuera china, o sea, si vas en pareja le dan su plato primero a tu chica y al mucho rato llega la tuya y no se hacen problema en ello. Sólo los restaurantes western con administración de auténticos extranjeros sirven como acostumbramos.

 Hay otras cosas menores como que debes pedir tenedor y cuchillo y esperar que tengan si no sabes ocupar palitos. Que por más increíble que parezca no se deja propina. Que se usa poca servilleta y la debes reclamar. Puede que estén pero no te hayas dado cuenta ya que la entregan en unos paquetitos que parecen más pañuelos o toallas higiénicas. Y no te vayas a confundir con otro sobrecito que te pasan y te quede toda la cara mojada por limpiarte, ese es el pañito húmedo  para  las manos.

El consumo de líquidos es también diferente y no lo digo sólo por si te tomaste ya el te de la limpieza. Los chinos no son dados a beber cosas heladas. Los restaurantes sirven te caliente en cuanto te sientas. Cuando ellos ordenan no consumen más que eso. Luego si no quieres sentirte como que es hora de once y pides en forma especial por ejemplo un jugo lo más probable que te lo traigan tibio. Hay que solicitar que en forma especial los brebajes vengan con hielo.

Para lo único verdaderamente incomodo es que se fuma masivamente, sin respeto y contemplaciones. Los hombres chinos son campeones olímpicos para el cigarro. Si hay seis en una mesa son seis chimeneas contaminando. Y les da lo mismo que hayan embarazadas o niños presentes. Los extranjeros, no se quedan atrás, parece  que ya que en sus países les está prohibido consumir tabaco en espacios públicos consideran  esto  un paraíso y se los ve desquitándose a la par con los nacionales..

Todo esto puede ser un complicación para los laowais pero en verdad la mayoría de las cosas pueden ser tomadas como siempre con humor, no hay nada mejor que la cara desconcertada de una mesera que se equivocó en traerte un plato suelen ser muy amables y simpáticas para reaccionar. Es que así es vivir en China sin paciencia o filosofía mejor emigrar a Suiza.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Las Sorpresas de la Comida China


La comida es uno de los grandes temas de vivir en este país,  Y es de hecho uno de los aspectos en que más nos diferenciamos de los chinos al punto que pareciera –como ya lo he dicho en otras ocasiones- que o ellos o nosotros fuéramos extraterrestres.

Partamos con que consideran que los alimentos contienen ciertos elementos de la naturaleza como fuego, frío, humedad, etc. Las carnes, frituras y algunas frutas como Lichi contienen fuego, el pepino y varias verduras tienen frio y los alimentos congelados humedad. Entonces en absoluta coherencia con la medicina china se cuidan de no comer cosas con mucho fuego, o mezclarlos con frio para aplacar dicho calor y otra serie de combinaciones.  Hay de hecho populares brebajes y medicinas especiales para bajar los efectos del fuego. Esto que en nuestro planeta occidental parece algo un poco alternativo de señoras que sacan el Tarot, en China se toma de la más manera más seria. Los médicos, farmacias y todo el sistema de salud giran en torno a estos principios. Yo soy fanático del lichi (es un fruto pequeño dulce de pulpa transparente), me puedo comer un balde completo y ya me ha pasado con algunos amigos chinos que cuando me ven en ello ponen ojos de huevo frito,  creen poco menos que moriré en el acto al ingerir niveles de fuego tan alto. Y su explicación para no irme directo al ataúd es que los chinos y los laowais simplemente tenemos organismos diferentes, casi suscribiendo la tesis de que uno de los dos somos marcianos.

Luego está el tema del sabor. Y dejemos algo claro para los que no han visitado este país. Salvo por los palitos chinos y porque es trozada la comida china que se vende en nuestros países no tiene NADA QUE VER con la verdadera comida de estas tierras. Y lo puse en mayúsculas porque Nada es Nada.  La comida tailandesa siendo exótica se acerca a nuestros sabores, la japonesa y coreana también pero la China ni cerca.

Nótese que es un tema de lo más subjetivo, que sólo estoy dando mi opinión representativa  de la mayoría y a la vez reducida gente que conozco. Tampoco me quiero meter en problemas gastronómicos, acá no hay un tipo de cocina sino que cada región tiene la suya. Por ejemplo la provincia sureña de Guandong donde vivo es más cargada al arroz y el norte más a los fideos por decir algo muy simplón. Pero a mis ojos inexpertos todas son más o menos parecidas, muy aceitosas –mucho aceite de maní- , pesadas, cargadas al picante, de sabor curioso y sobre todo muy misteriosa.

Los chinos comen una variedad de carnes mucho más extensa que nosotros lo que a veces  incluye serpientes, anguilas, cocodrilos, perro y algunos insectos como escorpiones, gusanos, u otros. Tienen la famosa frase que  comen "todo lo que se mueve"  hasta caballitos de mar he encontrado exhibidos en una carta de un restaurant de Guangzhou a pesar que están en peligro de extinsión. Podemos decir que lo que en occidente sería un hermoso acuario turístico lleno de pececitos,  tiburones y especies exóticas en China podría ser perfectamente  un restaurant.

 Luego no tienen el concepto de los cortes de las carnes,  no se toma en consideración en el pollo si es pechuga, trutro, pico o trasero se troza lo que venga a la suerte y se prepara. Lo mismo para el vacuno cerdo y  demases. También en este sentido no se pierde casi nada del animal todo se come lo que sin duda se vincula a los no lejanos años de pobreza y hambruna que vivió este país. Por ejemplo las patas de pollo se venden como si fueran papas fritas y la gente las consume en cualquier parte como una delicia. Alguna vez tuve una reunión con una vendedora que me invitó a almorzar y se puso a comer patitas de pollo como entremés. Cuando les agarraba con los dientes el cartílago hacía un ruido chirriante que ni me quiero acordar.

Pero quizás lo más notable es el tema de las cabezas. Los platos de carnes siempre llevan incluida y muy destacada la cabeza del animal. La comida te mira en China y es difícil sacarle la vista, cabezas de cerdo, gallina y el bicho que sea  quedan paraditos en el plato atravesándote con sus ojos y clamando por justicia.

Pero para mí la prueba suprema de que pareciera que nuestras papilas gustativas son redondas y las de ellos cuadradas es que LOS CHINOS NO COMEN CHOCOLATE. A duras penas cuando veo un delicioso chocolate puesto arriba de una mesa me puedo aguantar la tentación de no devorármelo completo sin convidarle a nadie ni a mis hijos siquiera. Y creo que a la mayoría de los mortales nos pasa lo mismo. Pero para los chinos es bien indiferente, lo encuentran molestamente dulce. Los niños más pequeños han ido adquiriendo este gusto pero muy poco.

Luego un poco más lateral está el tema de la distribución de la mesa. En una reunión familiar o de empresa hay todo un ritual de donde se debe sentar el jefe de familia, director de compañía, líder del partido o cualquier macho alfa.  
 
Esto debe ser mirando al este y en frente de la puerta, y todos los demás súbditos se deben colocar en relación a la ubicación de él. A su lado deben estar los segundos de mando, luego los de rango medio y así hasta los empleados comunes en una pirámide descendente. En las familias sería desde los abuelos paternos, padres, tíos, hijos e hijas, primos etc.

Al respecto me provoca mucha diversión la historia de mi amigo mexicano Alex que dirige una compañía en Shenzhen y que varias veces por protocolo debe participar en  la comida y las fiestas de su empresa. Pues bien el detesta que el aire acondicionado le llegue a la espalda así que siempre elige ubicarse en la mesa lo más lejos posible de este. Pues cuando se para y cambia de puesto genera un gran sentimiento de alboroto y vacío existencial en sus empleados que se miran entre ellos no entienden como recorcholis sentarse y donde ya que el gran jefe no está en frente a puerta.

Otro mundo es el de los restaurantes pero eso lo dejaré para el próximo post.
 
 
 
Publicidad de Platos de serpiente y Tortuga de un restaurant.

Carta de Restaurant de Guanzhou donde ofrecen Caballito de Mar y Escorpión.
 
 
De fondo cartel de restaurant donde muestra como sirven el pollo cocido con cabeza y todo.

viernes, 23 de agosto de 2013

Shekou Tarde-Noche

Hace unas semanas escribí sobre lo que ocurre en nuestro barrio  muy temprano en la mañana. Ahora quisiera contar como es en la tarde-noche y la noche. Para ello tengo la ventaja  de vivir en un país que es inusualmente seguro y que por tanto es absolutamente caminable de forma distraída y observante,  además del hecho de que entre mi oficina y mi departamento sólo hay treinta minutos a pie.

Shekou es un barrio donde viven la mayoría de los extranjeros de Shenzhen más del 80%. Pero esto ni de cerca significa que sea un ghetto de “laowais” no debemos representar ni el 5% de la población de esta zona. No obstante el hecho es lo suficientemente influyente y atractivo para que existan en varios puntos bares, restaurantes y comercios orientados en cierta manera a los foraneos pero que igual son frecuentados mayoritariamente por los chinos que  les gusta "lo western". 

Otra cuestión re interesante es que es el barrio más residencial y exclusivo pero al mismo tiempo y a diferencia de Santiago y muchas capitales latinoamericanas es para nada segregado. A cuadras de los edificios más costosos de toda china están verdaderos dormitorios obreros iguales a los que se ven en la zona industrial de Baoan, o sea ricos, clase media y pobres conviven en un espacio más o menos común.

Una de las cosas que más llama la atención es la cantidad de gente que anda en las calles de noche. Mi recorrido habitual va desde "Sea World" que es el punto neurálgico de la zona, algo así como su gran plaza pública, llena de restaurantes y vida nocturna, pasando en su mayor parte por el "Old Shekou" que es el sector más extenso, comercial, chino y popular y llegando a los edificios de "Península" al borde del mar que es donde vivo. 

"Old Shekou" de noche hierve de gente. Está lleno de restaurant chinos que se repletan de comensales. Estos son muy sencillos, más parecido a un comedor popular tipo restaurant de caleta o de mercado en nuestros países. Con mesas a la calle confeccionadas de tubo de metal y madera aglomerada y asientos plásticos auspiciados por una marca de cerveza o bebida. Los platos  son unas preparaciones rarísimas  llena de vegetales, arroz y pedazos trozados de sabrá uno que cosa que expelen un olor muy fuerte a fritura intergaláctica que es propia de la verdadera comida China -valga la pena la distinción-  y que a mucha gente que he conocido y que ha venido a estas tierras les resulta insoportable. Las cocinas que están a la vista así como los cocineros no se ven muy limpias, alrededor de las mesas tampoco con los contenedores de basura a pocos metros. Pero debo decir algo por justicia, yo que he comido más de una vez en estos rincones o similares jamás me he enfermado del estomago en cambio en Chile en algunos locales muy respetados me he ido incluso intoxicado al hospital.

El porque hay tanta gente dando vuelta de noche en estos comedores y en las calles se puede explicar básicamente por el sol del día que normalmente no baja de los 30 grados en esta urbe con un verano de diez  meses pero también porque la mayor parte de los departamentos de la gente trabajadora promedio por ahorro de espacio y costo no tienen cocina y. Y es que el sistema es coherente ya que estos restaurant son muy baratos. La comida china en general en un restaurant simple o uno medio de buena calidad vale un tercio o incluso un cuarto de lo que cuesta un occidental. Además lo ocupan naturalmente como distracción social, hasta bien tarde se ve a la gente parloteando y compartiendo con amigos, colegas y novias en estos sitios.

Entre medio de este mismo sector, pero también en “Sea World” y cerca de un condominio de departamentos famoso llamado "Coastal Rose Garden" hay varios bares normalmente con una mesa de pool y varias chinitas jóvenes,  lindas y semi desnudas esperando o agasajando sus clientes. Los nombres de estos bares lo dicen todo "relax bar", "x-ta-sea", "I love you" etc. Normalmente se ven a gringos viejos, gordos y bien feos que de seguro en Estados Unidos o Australia no conseguirían más que una escoba paseando y toqueteando a chinitas prostitutas o simplemente chicas "que hay muchas" que ven a los “laowais” aunque sean hipopótamos como una oportunidad de ascenso social e incluso salir de China.  

Pero sin duda lo más atractivo es que tipo 20:00 en varias plazas y abajo de los principales edificios las señoras y sobre todo viejitas de la tercera edad -por ahí se incorpora alguna jovencita y hasta un caballero- ponen música alegre y se ponen a bailar en unas coreografías muy masivas. Algunas ya en pijama o en bata. El sistema es tipo "follow the leader" o sea una instructora va marcando las simples coreografías gimnásticas y las demás en una serpenteante fila las van siguiendo. Estos grupos pueden llegar fácil a ser de 50 personas o más y religiosamente están levantando sus manitas y “moviendo el bote” todos los días a la misma hora.

En la costanera del frente de mi casa se llena de gente. Unos chicos hacen en una explanada ejercicios en patines. Bajo un toldo unas señoras bailan unos danzas chinas tradicionales, otros hacen taichí y mucha pero mucha gente simplemente pasea y comparte. Y es que yo diría que esto es un aspecto bien valorable de la cultura china; ellos ocupan y disfrutan el pleno sus espacios públicos.
 
 
Sea World la Gran Plaza Pública


Chicas esperando a sus clientes en un bar de Old Shekou

Comedor a la calle de Old Shekou


El Gran Baile de la noche
 

domingo, 28 de julio de 2013

Cosas que se ven trotando en la mañana

Producto de la tremenda presión que he experimentado en este tiempo que  me llevaba a despertarme bajoneado o dándole vuelta al hámster tomé una de las mejores decisiones de los últimos años;  salir a trotar media hora todas las mañanas. A  pesar que siempre había odiado está forma de ejercicio y que competitivamente en una maratón de cojos llegaría último le he ido agarrando cariño al cuento. El efecto físico de mantenerme en buen estado físico pero sobre todo lo que ayuda a cambiar el switch mental es increíble. Quedo siempre listo para ponerle "bueno" a una  nueva jornada. Además en estos días de vacaciones de verano me acompaña mi hijo mayor Alejandro lo que me hace aún más feliz.

Pero hablando en la sociológica es interesante ver en que están nuestros vecinos chinos a la misma hora o sea tipo 6 :30 am alrededor del condominio. Ya he explicado que "Península" el sector donde vivo en el barrio de Shekou es muy lindo, al borde el mar y lleno de parques y  jardines. O sea un lugar ideal para la actividad física. Y la gente es en general muy madrugadora y a esa hora ya hay mucho movimiento.

Lo primero que llama la atención es que hay letreros por todos lados que indican que no se puede hacer deporte, andar en bicicleta, picnic, llevar mascotas y casi que está prohibido respirar en las áreas verdes lo que podría disuadir penosamente a un ingenuo. Por ende y fiel al estilo de este país está lleno de gente chuteando pelotas, paseando a sus perros y andando en Bici. Como dice mi Patty  las dos leyes de China son: uno En China todo es Difícil" y dos "en China todo es posible".

Se ve -lo que es fantástico-  a muchísima gente mayor haciendo ejercicio trotando, taichí, o muchas otras variantes. Varios salen con sus pijamas muy estereotipados floreados o rallados según el sexo en esta costumbre tan de acá de exhibir sin vergüenza las prendas de dormir. Algunos de esos viejitos hacen unas contorsiones increíbles para cualquier edad casi circenses.

Luego parece que te hubieses golpeado en la cabeza durante la noche porque como que la realidad se convierte en una película en retroceso. El ejercicio más habitual de China es de gente caminando hacia atrás. Tal cual. Cientos de personas cual en un estado de franca rebeldía anatómica avanza en sentido contrario. He escuchado occidentales que me dicen que es un magnifico ejercicio. Pero de que es muy raro lo es, estoy seguro dada mi habilidad con las técnicas orientales que no sobreviría un minuto haciéndolo sin caerme a una zanja. Pero los chinos le llevan la facilidad natural del retroceso.

Otra actividad es la auto laceración. Esos mismos que caminan para atrás se van dando golpes a sí mismo por todas partes piernas espaldas, brazos, etc. Seguro que también tiene un origen muy místico que ignorante desconozco pero de que se dan se dan.

 Siguiendo con las rarezas, hay un par de señores con unos tarros "enchulados" convertidos en trompos que con unos robustos látigos los golpean con violencia y los hacen girar. Parece que esto también cae en la categoría de ejercicio o tendrá una relación con el ying y yang. De otra forma no me explico estar a esa hora despierto torturando un trompo otrora un digno tarro de tomates.

Los abuelitos seguidores del Tai-chi son bastantes y se ven lindos y armónicos haciendo sus ejercicios en contraste con unas señoras que practican la danza del vientre que sólo confirma que el movimiento grácil de caderas que acompaña muchos bailes está bien lejos de lo tiesos que son los chinos.

Otro lote pasea a sus -como ya he contado- silenciosos y pusilánimes perros, que siempre andan sueltos, sin ladrar, perseguir gatos,  portándose tan inusualmente bien que ni siquiera le huelen el trasero a otros perros. Esta renuncia a su esencia canina me intriga profundamente y aun no le encuentro la vuelta.


Luego hay una china flaca y muy mística que es profesora de yoga que dirige al aire libre a una decena de señoras que con sus mat siguen sus indicaciones. Por último muchos hombres salen simplemente a pasear a fumarse un cigarro y llenarles de humo a los que queremos vivir tranquilos, lo que es el real y súper deporte nacional masculino en China. Se ve incluso tipos que después de trotar se ponen a fumar, insólito pero propio de Zhonguo la tierra donde todo es posible.
 

domingo, 21 de julio de 2013

¿La Democracia es un Valor Universal?... No Para Todos


Al revisar hace unos meses en los diarios la noticia de la muerte del dictador Videla en Argentina y la caída de Mursi en Egipto me comienzan curiosamente a generar líneas relacionales con nuestra vida en China.

 Acá como he contado tenemos muchos amigos latinos que son parte de una comunidad numerosa.

En varias oportunidades con varios de ellos he tenido conversaciones relacionadas con el gobierno y el sistema chino. "No juzgo que sea buena o mala la censura, pero acá mantiene a la gente y sobre todo a los jóvenes con un comportamiento moral que envidio para mi país"; "acá, la gente está mucho mejor que en mi país, el país progresa, de qué sirven las elecciones si los políticos se roban todo"; "para qué sirve Internet libre si está lleno de pornografía"; "ojalá, en mi país los jóvenes se dedicaran a estudiar como en China  y no al libertinaje sexual y a las drogas y no respetar la autoridad"; "¿te imaginas el caos si todos los chinos votaran?"

Todo esto me es coherente también con lo que escucho cuando viajo por América Latina y converso con el taxista o la gente en la calle. Frases como "aquí nos hace falta un Pinochet"; "lo mejor sería que volvieran los militares"; "de qué sirven las elecciones si se roban todo". Una vez me puse a discutir con un taxista en Buenos Aires que decía justamente que era mejor Argentina con los militares -como Videla- porque había orden. Yo le recordé los asesinatos, robos de bebes, tortura y todas las atrocidades de esa dictadura, y solo logré llegar a la conclusión que de las peores ideas posibles en el mundo es ponerse a discutir con un taxista en Argentina, simplemente imposible, por más barbaridades que diga.

Y es que a pesar de todo lo que los chilenos criticamos y "pelamos" a nuestro país, sus numerosas deficiencias, a los políticos, la Constitución, etc. en Chile siempre ha habido un "algo" distinto al respecto. Siempre ha sido un país con un sentido y una estructura republicana y con una ciudadanía que se enriela en ella y la valora. 

Y eso es producto de la historia, mientras en el siglo XIX y buena parte del XX América Latina se desangraba en caudillismos y guerras civiles, el Chile recién nacido y el que siguió tenía un sistema constitucional e institucional que perduró modificado y todo hasta 1973. Con breves interrupciones hasta los días oscuros de Pinochet las autoridades eran elegidas en democracia. El mismo partido comunista chileno - en esencia ideológica revolucionario - en nuestro país ha sido y contribuido con coaliciones y hasta en momentos críticos como en la Unidad Popular, parte y garante de la institucionalidad. En vez de guerrillas, Chile es el primer país que eligió a un presidente marxista, Salvador Allende, en elecciones abiertas. Y hasta la dictadura de Pinochet selló su suerte con una Constitución y un plebiscito que le terminaron jugando en contra.

Esto a diferencia de lo que muchos pesimistas creen no es algo que valga nada o "callampa" . Es algo que hace muchas diferencias a la hora de entender el porqué con todos los bemoles hay un buen contexto de desarrollo y a ojos extranjeros sobre todo hoy somos un país diferente en el ámbito de nuestras naciones hermanas. Ese sentido republicano y de una cierta disciplina marca la diferencia y de veras no lo digo en nada de chovinismo alguno.

En cambio,  en la vecindad de América Latina no es raro encontrarse con una valoración distinta, porque en sus naciones normalmente la democracia ha sido una mascarada vacía, interrumpida o sin contexto ni fondo. La mayoría de las naciones no han tenido estructuras de partidos sólidos con alternancia en el poder. Efectivamente, la corrupción ha capturado muchos estados y "da lo mismo el que gane porque va  a robar igual". Lo interesante y que no habíamos tomado conciencia es que eso -la democracia- que para nosotros es un valor metido y asumido en la sangre, para muchos extranjeros no, es algo mucho más difuso y antecedido de otras cuestiones primarias como "la seguridad"  la "tranquilidad" y el "orden". Varios dicen estar felices en China por eso mismo y amando su tierra prefieren con mucho vivir acá en China porque se sienten mucho más confiados y seguros sobre todo para el desarrollo y la vida de sus hijos y claro que es comprensible.

Entonces la "democracia" nacida en la vieja Atenas, que tanto nos machacaron en el colegio como si fuera un logro del mundo entero, no está ni cercano a ser un valor universal si ni siquiera lo es claro en Latinoamérica que queda para el resto del mundo, muchos árabes de hecho dicen que la democracia no es para ellos. A Cuantos les importaran las elecciones en África, medio oriente, Rusia, las ex repúblicas soviéticas y buena parte de Asia?. 

sábado, 13 de julio de 2013

Mad Men y China


Una de mis series de televisión favoritas es “Mad Men” que recrea la sociedad norteamericana de los años sesenta de manera magistral. En ella se puede ver como en un plazo de cuarenta años, que en términos históricos no parece demasiado, los usos sociales del mundo occidental han evolucionado mucho.  La trama muestra como las mujeres son relegadas a un segundo plano, mayoritariamente dueñas de casa confinadas a su ámbito doméstico, y cuando trabajan son miradas como objetos sexuales de sus jefes. Se toma alcohol en la oficina y en cantidades. El cigarro es un commodity total masivamente extendido en espacios públicos y privados sin ninguna conciencia del daño que provocaba, se fuma en espacios insólitos como la consulta de los médicos o la escuela, etc. La conciencia ecológica aun ni se asoma. La protección de los niños y sus derechos están “en verde”, el mal trato hacia ellos a través de violencia más evidente o soterrada es común y muchos otros aspectos que muestran un mundo mucho más brutal y tosco.

Todo lleva a pensar algo que  para muchos puede ser un poco obvio,  hay un factor de maduración en los usos sociales  y el comportamiento humano. Es como una marcha del ritmo civilizatorio que toma y tiene su tiempo.  Lo digo porque esto se ve con gran claridad en China, a pesar de su cartel de potencia mundial  es una sociedad que viene saliendo de la extrema pobreza desde hace no más de veinte años. Y ese “gap” que proviene de la precariedad y también la ruralidad se nota en la mentalidad de la gente y sus acciones.

La estructura social- familiar sigue siendo muy jerarquizada y machista. El hombre es siempre el jefe de la familia, el que tiene prioridad para estudiar, el que puede escalar más alto en una empresa y el que siguen prefiriendo la mayor parte de las parejas cuando van a tener un niño. Tener un hijo es un seguro de posible prosperidad. 

En China a pesar de que hay una ley anti-tabaco nadie la acata.  En los restaurant, bares, estadios y discotecas se fuma libremente. En lo doméstico  los hombres lo hacen mientras pasean a los bebes y hasta con el pequeño en brazos. Se reparte humo Con cero consideraciones de si hay niños presentes, mujeres embarazadas o lo que sea. En las oficinas está plagado de ceniceros,  no existe reunión sin cigarros. Un vendedor no puede sino fumar porque para hacer vínculo con un comprador o contacto el asunto parte con compartir unos cigarrillos. Este país es el  súper paraíso del tabaco.

La conciencia de protección del medio ambiente esta recién empezando a asomarse pero en forma vertical con políticas públicas de promoción de energías renovables. Sin embargo, muchísima gente bota basura copiosamente y sin vergüenza en las calles, el ahorro energético a pocos les importa, las luces y aparatos electrónicos quedan prendidos inútilmente en cualquier lugar. Los animales son considerados objetos circenses. De hecho la mayoría de los zoológicos tiene un trato cruel con ellos con circos  para que elefantes, leones y demases hagan su show y la gente ría
y se divierta.

Es común que tanto en la casa o en el colegio se golpee a los niños. A pesar que el tema va cambiando,  los profesores aún llegan reprender a golpes o ridiculizar a los niños. El mundo escolar está aún lejos de poner el énfasis en la psicología infantil. A nivel familiar  me ha tocado ver unas cuantas veces a padres castigar a golpes a niños pequeños en plena calle. Es muy chocante estar en presencia de esto que en nuestros países puede costarle hasta la cárcel a una persona.

Pero lo interesante es que esta realidad se parece mucho al Chile de antes y sobre todo de mi infancia o sea de hace diez, veinte o treinta años.  La gente fumaba en todas partes, a los niños se les pegaba, no había conciencia ecológica, se tiraba basura en la calle, se escupía, el machismo estaba mucho más instalado. No es que en Chile esas cosas estén superadas y seamos  de lo mejor pero es inevitable la comparación ya que es el otro mundo que conozco. Y también seguramente hay un asunto de clases sociales, no me cabe duda que en sectores más precarios el tema evoluciona más lento. Lo mismo en China la gente es mucho más simple en el campo o en las zonas industriales que en los centros de las grandes ciudades.

Es una tendencia  equivocada, creo, atribuir esta situación a factores de relativismo cultural, o sea quedarse en el hecho que somos culturas diferentes. Al respecto es  interesante comparar a China con Hong Kong o Taiwán que es la misma población del mismo origen pero con grados de bienestar y desarrollo muy diferentes. Y en estos  casos se puede ver que los chinos de esos territorios son mucho más sofisticados y sus entornos parecen planetas distintos. Lo mismo las clases medias  jóvenes de la propia China ya vienen con otro switch propio de su contacto más globalizado y de una vida más cómoda. Todo lo cual demuestra que es una cuestión de tiempo y de ajuste. El desarrollo económico y la urbanización  van a una velocidad mucho más rápida que la mentalidad y las costumbres que se mueven muchísimo más lentas y con otra dinámica

domingo, 7 de julio de 2013

Masajes Chinos: Placeres y Sorpresas


De las mejores cosas de China son sus masajes. En este país hay una amplia cultura al respecto. Prácticamente cada dos cuadras encuentras un centro de masajes y normalmente muy económico. El sur de China de hecho es considerado "el paraiso del SPA".
 
Los masajes son normalmente de dos tipos: masajes de pie (foot Masasage) o  masajes de cuerpo (body Massage). Claro que hay un tercero muy apetecido por los extranjeros pero bueno es difícil catalogarlo en rigor como masaje.
 
El primero, masaje de pie es una delicia por 15 dólares o menos te sientas en un sillón muy cómodo, te ofrecen fruta y té. Luego traen un balde de madera grande con agua tibia y al que le ponen, flores, leche y brebajes sorpresa y ahí introduces tus pies que se preparan mientras te hacen un masaje en los hombros, espalda, brazos y cabeza. Luego de esa larga previa estiras tus pies, el o la masajista saca unas botellitas de aceites aromáticos y comienza el proceso.

Recomendaciones: pedir que te traten con suavidad, con mucha en verdad. Los chinos especialmente se hacen un masaje muy duro en que te pueden enterrar los nudillos hasta casi ser atravesado el pie. Ahí pasa del placer a la tortura. También es importante controlar las cosquillas que es el gran secreto del disfrute, debes tratar de estar relajado o le puedes largar  una patada en la cabeza al masajista. Y por último es bueno saber que puedes elegir a quién te hace el masaje. A mi por ejemplo no me gusta que me masajee un hombre.
 
El segundo, masaje de cuerpo es en una clásica camilla de masajes, con ese orificio en la cara para que quedes bien horizontal. Puede ser con aceites aromáticos o sin él. Siempre es mejor, mucho más agradable y suave con aceite. Es completo desde los pies a la cabeza con mucha atención en hombros y espalda. La recomendación es la misma avisar del principio que sea suave o te pueden dejar como boxeador amateur contra Muhammad Ali, además si no tienes nudos en la espalda u hombros es mejor no hacerlo porque no es en rigor un masaje de relajación sino descontracturante.

Un tema importante en todo esto es elegir bien el masaje que quieres. Si pagaste muy caro y te llevan a una pieza individual con cama y te aparece una chinita guapona en minifalda es que elegiste sabiendo o sin saber la alternativa tres.

 Yo sé que en esto seré bien festinado pero a mí no me gusta probar chicas pagadas. Respeto profundamente su milenaria profesión que la encuentro de veras mucho más digna que muchas y a sus trabajadoras tan valorable como cualquiera y más. Sin embargo estoy felizmente enamorado y además para mí el sexo no puede ser sólo $$$$$$$.
 
Sin embargo me ha pasado un par de veces que los proveedores me han ofrecido sesiones de masajes en que de sorpresa han aparecido despampanantes chinitas y créame el que me crea no sin dolor de dientes por decirlo en forma fina he dicho que no. Porque además soy de la mitad de los hombres al que le gustan las orientales. Acá en la comunidad latina hay una vieja discusión al respecto de si son guapas o no.
 
Como anécdota el año pasado fui a un centro de masajes de un hotel cinco estrellas con un cliente que era un señor de bastante edad. Quería que conociera los masajes chinos de pie y cuerpo y se relajara.  Pedí el masaje tailandés que me insistieron que tomara porque era muy bueno. Y cometí el error de aceptarlo sin mucha información.
 
La parte de los pies perfecta y el señor estaba muy contento. Pero luego nos vinieron a buscar un par de chinitas bien altas como modelos nos agarraron de la mano y nos metieron cada uno a un cuarto. Cuando vi que era una cama comprobé que había cometido un serio error. La chica que carraspeaba inglés no entendía nada cuando le dije no quería "sex massage" y le pedí que me hiciera masaje normal que por supuesto que dada su especialidad resulto ser pésimo. Pero mi preocupación estaba en la pieza contigua. De pronto el cliente salió súper enojado. Yo debí ir a verlo rápido estaba con la cara consternada y me alego en términos muy duros. Debimos partir rápido, pagar caro y yo recibir un buen reto del "cómo se me ocurría", me sentí pésimo y me recriminé de cómo no haber sido más cuidadoso. Además el pobre caballero que salió nervioso no pudo dormir en toda la noche, quedó impactado.
 
Al otro día el mismo me insistió que quería repetir masaje de pie. Fuimos y para sorpresa mía y sin aviso previo vi que pidió además masaje Tailandés. " ¿Pero cómo? no es que a usted....?. .Y me miro el octogenario con cara de pillín. "Tengo un asunto privado que resolver". La misma chinita que antes lo había dejado como jalea de nervioso se lo llevo a la “Oscurito”. Volvió feliz sonriente y relajado y esa noche durmió como tronco.  

domingo, 23 de junio de 2013

Vivir y Trabajar en China


Fue muy común cuando nos veníamos a vivir a China que en nuestro entorno: amigos, familia y conocidos nos hicieran dos comentarios que podríamos estandarizar así:

1- Como se les ocurre esa locura (Mirando con cara de asco) o en positivo,  que valientes que son!!!.

2- Seguro que les irá súper bien capaz que se hagan millonarios.

 Después de estar viviendo más de un año y medio en este país tenemos la visión que la realidad es sumamente diferente.

Si bien partir de la tierra en que se nació y establecerse al otro lado del mundo con niños y hasta perros no es para nada un tema menor ni mucho menos creo que China debe ser de los lugares del mundo que acogen mejor y con mayor facilidad a los extranjeros.

 Los chinos son gente bastante amable que aun ven a los foráneos con cierta admiración y ganas de aprender de ellos. Normalmente si te pierdes o tienes un problema la gente en la calle te ayuda, trata de entenderte y a pesar de la barrera comunicacional la buena voluntad se suele imponer. Establecer amistad es más difícil porque el gap cultural es fuerte. Pero no es un ambiente en que te segreguen a sentirte ajeno.

El país es uno de los más seguros del mundo, esto no es un tema represivo como se pueda creer, es una característica de la mayoría de los países orientales en que influyen complejos factores culturales. Los robos son pocos, la gente es honesta, puedes salir y dejar tu departamento sin llave o pasear por la noche hasta muy tarde por callejones oscuros con total tranquilidad.

El transporte que a mi juicio es como la llave maestra para adaptarte a un país es de primerísimo mundo superior a lo que he visto en Europa. El metro es perfecto y eficiente, los buses, ferries, trenes, taxis, aeropuertos etc son modernos y fantásticos, además en general la información es en chino e inglés y por si fuera poco todo muy barato.

El idioma no es una gran barrera el país avanza muy fuerte en su educación a ser bilingüe. Y aunque la meta está lejana sueles encontrar a alguien en un supermercado, tienda o la calle que te ayude en inglés. Muchos servicios como bancos, hospitales y ciertas tiendas tienen personal especial que se puede comunicar con los extranjeros.  Conocemos a muchos que han vivido años en China, trabajando tranquilos sin saber casi nada del idioma local

Visas, escuelas, hoteles, conectividad, servicios, infraestructura, comida para extraterrestres -extranjeros como nosotros- todo es posible con paciencia y al cabo de un tiempo ganando experiencia. La salud pública es muy barata, aceptable e inclusiva para los “Laowai”.

Puedo adelantar a equivocarme pero creo que China acoge mucho mejor al extranjero que países mucho más familiares y cercanos para nosotros como Estados Unidos, Canadá o España por nombrar algunos. Además, la visión que en este país la gente sigue funcionando como en la época de Mao, viviendo de un plato de arroz y que es imposible entender nada sin saberse los cientos de caracteres chinos es de falsedad total especialmente en las ultra modernas grandes ciudades. China ya no es una gran villa rural es más bien un espacio futurista lleno de rascacielos.

Por supuesto que hay cosas negativas. La contaminación de las grandes ciudades, la restricción y censura de internet, la cada vez más kitch y ostentosa actitud de los "nuevos ricos", el que aun sea un país muy pobre especialmente en los barrios obreros y ciertos usos sociales de la gente mayor sobre todo como empujar, escupir o no estar bien aseados, entre otras cosas puede hacer arrancar a muchos.

Respecto a hacernos millonarios.... bueno recibimos sugerencias.

La verdad es que acá es como todo en la vida. Hay que trabajar muy duro para conseguir algo. Chile, China y Júpiter es lo mismo, descrestarse y tener muuuuucha paciencia y saber construir paso a paso y sin ansiedad te lleva a ir obteniendo logros. Pero que quedé claro China no es para "hacerse la América" o "la China" en este caso.

Del grupo de nuestros amigos latinos, más varios extranjeros que llevan mucho tiempo por acá podemos decir con propiedad que unos viven económicamente mejores que otros pero nadie ha hecho gran fortuna. En esto sin duda influye que el costo de la vida es muy alto sobre todo para un occidental.

Otro punto sumamente relevante es que hacer negocios en China es muy complejo. Lleno de códigos, vericuetos y riesgos. Toma tiempo agarrarle la mano y entender como toda esta locura funciona. Y eso estamos hablando mirando hacia la exportación al exterior, o sea de China hacia afuera.

 China hacia dentro que es el gran sueño de vender dentro del mercado de los 1400 millones es un quebradero de cabeza de tamaño mayúsculo. Quienes saben, extranjeros que manejan empresas en este país dicen que es el mercado más complicado del mundo.

Extremadamente competitivo y muy manoseado por los intermediarios. Acá no se vende un alfiler sin que todo el mundo saque una tajada. El producto su calidad y precio no es lo relevante lo importante es conocer a la persona adecuada, a sus amigos y contactos en una súper gigante red de amigos, favores, fiestas y regalos. Un comprador de una cadena de lo que sea en China es un tipo con mucho poder y que pide “fiesta, Parranda y billete” por ello.

Así que en resumen China es un sitio más bien amigable para vivir aunque no aceptable para todos,  pero si alguien quiere venir a hacer negocios que se ponga el overol y cultive la paciencia ya que es un camino complejo.

lunes, 10 de junio de 2013

Estresado por el Taichi en Chile y China Parte II

Una vida equilibrada espiritual, emocional y laboralmente ayuda a tener una existencia armoniosa, combatir el estrés y tomarse las cosas con calma. Esa fue mi súper cliché conclusión al salir de la tina que es algo así como mi templo de las reflexiones y los análisis. Varias de mis más importantes decisiones vitales las he tomado en conjunto con Manfred, mi patito de hule.

Este tiempo en China h...a sido de gran presión y estrés y necesitaba una actividad que me sacara del trabajo y las preocupaciones. Le pedí ayuda a mi gran amigo Gonzalo López Pardo en Chile que es maestro de yoga, el me recomendó su disciplina pero en China no hay Yoga meditativo sinó más bien gimnástico que no me gusta. Y así, sin aprender que la historia es para no repetir los errores del pasado, me inscribí en taichí .

 El grupo es liderado por una profesora delgadita y pequeña muy exigente y unos siete a diez chinos. Todos se juntan al borde de un lindo parque que hay acá abajo de mi condominio.
El ejercicio comienza con el calentamiento que consiste en ir siguiendo a la maestra en el movimiento de cada una de las partes del cuerpo en forma circular. Al final se hace una elongación tocándose parado la punta de los pies y luego inclinándose en el suelo con las piernas totalmente estiradas y abiertas para un lado y para otro. Todo esto último un imposible total para mí que desde que era bebé y me chupaba mi pie nunca más he logrado estirarme con flexibilidad. Esto que para mis compañeros orientales es solo una previa a mí me deja duchado de sudor, agarrotado y extenuado.
 A continuación vienen unos movimientos básicos del taichí en coordinación con movimientos de piernas y brazos hacia derecha e izquierda que más o menos logré captar como a la cuarta clase.
El momento crucial es cuando la Laoshi (profesora) pone una música china zen con su parlante portátil muy kitsch de figura de auto que se le iluminan sus foquitos de colores y mis compañeros se ponen a hacer los ochenta y seis set de movimientos que incluye la disciplina. Un baile portentoso, a ritmo lento, con giros, llaves, saltos, contorsiones, etc. Todos en perfecta coordinación con su propio cuerpo y entre el grupo mismo. Les pones trajes tradicionales del país y perfectamente puedes creer que se trata del ballet nacional de China, son secos. La primera clase le pregunté a la profesora que balbucea inglés cuanto tiempo toma lograr todos estos movimientos esperando que me respondiera algo así como diez años o toda una vida de trabajo. Me respondió "solo tres meses". Efectivamente, mis gráciles compañeros muchos de ellos sólo llevan un tiempo en clases, otros, un par de años. Ahí se me hizo un cortocircuito, para mí sólo hacer uno de esos movimientos puede tardarme los tres meses y el total tres generaciones o lo que dure la raza humana en la Tierra.

Mientras los chinos hacían su rutina de movimientos que dura como treinta minutos la profesora me ponía en una posición con las piernas medio flectadas, mirando al horizonte con los brazos hacia adelante y los pulgares hacia arriba, tal como se ve en la foto que adjunté arriba. Como los guardias ingleses del palacio de Buckingham casi sin pestañar en "situación de momia es". Siendo una posición habitual del taichí es como estar castigado con el gorro de burro.

Luego, la clase continua con una sesión de elongación que consiste en acercarse a un muro y suspender en 75 grados cada pierna apoyándola en la pared y quedarse así unos diez minutos por cada una. Otra tortura china que mientras la hago requiero concentración total, mientras sudo y tiemblo como jalea y que para mis amarillos compañeros es como un minuto social para conversar hablar de la vida y los dumplings con sus extremidades extendidas.

Ya llevo cumplidas doce clases y he llegado a la conclusión que con Manfred tomamos una mala decisión. La profesora ya perdió toda la paciencia conmigo. No puede creer que a duras penas he aprendido y mal, uno de los 86 set de ejercicios . Se para al frente mío y trata de que siga sus movimientos de brazos y siempre me enredo y los hago al revés por el efecto espejo de tenerla al frente y por ser negadísimo para estas cosas. Se desespera que mis piernas no se muevan de manera armónica con mis brazos y muchas veces se agacha y me las mueve ella como si yo fuera una marioneta y tratando de comprobar si son de palo y si los extraterrestres de Chile tenemos articulaciones.

Claramente la tengo desconcertada y le habla a mis compañeros en chino repitiendo la palabra Laowai (extranjero) tomándose el pelo, agarrándose la cabeza y con cara de desesperación. La logré sacar de su punto zen, le tengo hinchado el yin y el yang.

Igual trata de ser amable, me pasó un libro y un video para que estudie tres horas diarias taichí. Yo le explico que no lo haré porque este espacio es para relajarme y distraerme no para estudiar y estresarme. Para eso está el trabajo. Y trata de entenderme. Pero va contra la naturaleza de ellos. Como ya he explicado para los chinos no hay actividad sin rigor, estudio y dedicación. Relajarse es un concepto para los extranjeros.

En conclusión estoy esperando que se me cumplan los plazos y luego a buscar otra cosa. ¿Serviré para el circo chino?